El 2015, un año extraordinario para los pagos móviles, según iZettle

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Las predicciones de iZettle apuntan a una homogeneización de los monederos electrónicos y a la extensión del estándar de tarjetas Chip&Pin a EEUU.

El año que va a comenzar será extraordinario para el sector de los pagos móviles. Así lo prevé el proveedor de servicios y aplicaciones de pago a través del móvil iZettle, basándose en el impulso que ha vivido este mercado en los últimos años y la influencia que está ejerciendo en la reestructuración del funcionamiento de las pymes, bancos y clientes particulares.

Jacob de Geer, CEO de iZettle, prevé cuatro cambios fundamentales en este sector, con un escenario previsto de 2.500 millones de usuarios de smartphones en 2015.

El primero de estos cambios es el establecimiento del estándar de tarjetas EMV (Chip&Pin) en Estados Unidos. Hasta ahora, se utilizaban mayoritariamente,las tarjetas de banda magnética, un formato mucho menos seguro que el Chip&Pin, ampliamente establecido en Europa. Esta medida impulsará la competitividad entre proveedores de pagos móviles de ambos lados del Atlántico.

También se prevé una mayor transparencia de los bancos, forzados por la aparición de competidores digitales en ámbitos que van desde los pagos hasta las transferencias internacionales y los créditos. Una de las ventajas de esta competencia para los clientes es que ha arrojado luz sobre la forma en que las entidades financieras realizan sus operaciones.

Los clientes también reclamarán, según iZettle, una homogeneización de los monederos electrónicos. Los compradores no quieren tener un monedero o una aplicación distinta para cada sitio en el que compren. La llegada de Apple Pay puede ayudar a acabar con esta guerra de monederos 2.0, aunque la colaboración de los minoristas será decisiva para ello.

Por último, las pymes exigirán más innovaciones de los proveedores de pagos móviles. Ahora las pymes acceden a tecnologías antes reservadas a las grandes empresas, como procesamiento de tarjetas, analítica o programas de fidelización. Pero esto supone también una mayor exigencia para los proveedores de pagos a través del móvil.

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