3 consejos para BDMs de un pionero de Google

Gestión empresarial

Chade-Meng Tan, uno de los primeros ingenieros de Google, recomienda meditar, tomarse un respiro al día y confiar en alguien cercano.

A los apasionados de la historia de las empresas tecnológicas proablemente les suene el nombre de Chade-Meng Tan. Este ingeniero, conocido como Meng, fue uno de los primeros empleados de Google -concretamente el número 107- y dirigió la creación de un curso de inteligencia emocional para empleados basado en la atención a uno mismo que tenía una lista de espera de seis meses.

Chade-Meng Tan ha plasmado su experiencia en un libro, Joy on Demand, que muestra las virtudes de la meditación en el día a día. Viniendo de un pionero de Google, suena interesante en lo que a su utilidad para emprendedores tecnológicos, directivos de empresas y ‘business decision makers’ (BDM) en general se refiere. TNW ha recogido tres de sus consejos más llamativos.

1. Tener un amigo. Ejecutar un trabajo a largo plazo es difícil, la pereza, el cansancio y las complicaciones conspiran para desanimarnos. Pero si tienes un compañero en quien confiar es mucho más fácil. En parte por las virtudes de la compañía y en parte porque trabajar estrechamente con alguien ayuda a animarse y responsabilizarse mutuamente. Meng aconseja mantener una conversación cada semana en torno a cómo estamos de compormetids con nuestra labor y cómo afecta a nuestras vidas.

2. Meditar menos de lo que se puede. Suena contradictorio, pero pararse a reflexionar sobre lo que estamos haciendo puede acabar siendo una tarea más. Para evitarlo, si puedes sentarte a meditar durante cinco minutos hazlo sólo tres o cuatro minutos y repítelo varias veces al día.

3. Tomarse un respiro al día. Hay dos razones por las cuales tomarse un respiro, aunque sólo sea uno, al día es importante. El primero es la satisfacción: si uno se compromete a un respiro diario, puede cumplir fácilmente con este compromiso y mantenerlo todos los días hasta convertirlo en un hábito. La segunda razón es que tener la intención de meditar es en sí una meditación. Esta práctica anima a plantearse la intención de hacer algo amable y beneficioso para uno mismo a diario, y con el tiempo, se convierte en un hábito mental valioso.

Leer la biografía del autor  Ocultar la biografía del autor