7 errores comunes que cometen las startups al contratar

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El equipo de una startup determinará el éxito o fracaso de la idea: mejor no perder el tiempo contratando a los trabajadores equivocados.

Tener un buen equipo es muy importante para cualquier empresa, pero en el caso de una startup se convierte en algo realmente crítico. Trabajar en una startup no es como trabajar en cualquier otra compañía: el equipo es más pequeño (al menos al principio), el ritmo de trabajo más alto, la dedicación y compromiso que se requiere es casi infinito. Escoger bien a quién emplear en una startup es por ello bastante complicado y muy fácil equivocarse, perdiendo tiempo, dinero y quizá hasta condenando a la empresa al fracaso. Estos son los 7 errores más comunes que cometen las startups al contratar:

1. Contratar a amigos o familiares. Es gente en la que puedes confiar y eso es muy importante, sí, pero ¿son realmente tu mejor opción? Muchas startups empiezan ya con mal pie al conformar un equipo formado por grupos de amigos. Es más difícil de manejar, la elección no estará basada en el talento o habilidades y, cuando el emprendedor se da cuenta, tardará mucho más tiempo en despedirlo. Si ese amigo o pariente es realmente la mejor opción, el candidato mejor cualificado y que mejor se adapta, adelante. Pero asegúrate de que los sentimientos o la relación que tenéis no están interfiriendo en tu decisión.

2. Confiar en la primera impresión. Las primeras impresiones son importantes, pero muchas veces pueden hacer que acabes contratando a alguien que no es la persona más adecuada. Puede caerte muy bien en la entrevista, pero asegúrate de estudiar bien su curriculum, ver qué cosas ha hecho y… el siguiente punto.

3. No investigar o buscar referencias. No es oro todo lo que reluce, y ese candidato perfecto  que acabas de entrevistar podría ser un caramelo envenenado. Haz la clásica búsqueda en Google por su nombre y busca referencias llamando a antiguos empleadores. ¿Coinciden las versiones de tu potencial futuro empleado y sus anteriores jefes?

4. Contratar demasiado rápido. Aunque en el mundo de las startups se diga mucho eso de “hire fast, fire faster” (contrata rápido, despide más rápido), en realidad no es muy interesante tener que estar buscando nuevos empleados cada dos por tres. Mucho mejor tomarse un poco de tiempo en la selección del candidato, asegurarse de que es realmente a quien queremos en el equipo, y construir una relación laboral duradera.

5. Que el dinero sea el principal incentivo. ¿Qué ofreces a tus candidatos al hacer una entrevista de trabajo? ¿Vendes esa visión que tienes como emprendedor de tu startup o el buen sueldo que vas a ofrecer? Y, sobre todo, ¿qué es lo que ha hecho a ese candidato aceptar la oferta? ¿Compartir y creer en esa visión o que simplemente eres el mejor postor? Cuidado con estos últimos: si encuentran ofertas en las que les paguen más, no dudarán en dejar la startup.

6. Escoger a alguien que no encaja en la cultura de la startup. Por muy bueno y lleno de habilidades que sea ese empleado, si no encaja en la cultura de la startup acabará siendo un problema. Quieres un equipo formado por personas individuales, sí, pero que también compartan una visión, ideas y forma de trabajar. Alguien que quede fuera puede hacer que haya mal ambiente, afectando la productividad y creatividad de todos.

7. Entrevistar solo a un candidato. La respuesta a tu oferta de trabajo que te ha gustado más, el CV más atractivo, ese que desde el principio has dicho “eres tú”. Por muy seguro que estés y por mucho que te guste después en la entrevista, intenta ver a más gente. Ver a otros candidatos te ayudará a poner las cosas en perspectiva y a no idealizar a nadie. Si aun así, ese amor a primera vista sigue ganando, adelante. Pero solo después de haber entrevistado a más candidatos.

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