Canon, el fabricante japonés con mayor respeto por el medio ambiente

Empresas

Según un último informe de responsabilidad medioambiental, NEC, Fuji y
Honda siguen a la compañía nipona en el cuidado por el entorno.

Canon es el fabricante japonés con mayor respeto por el medio ambiente,

seguido por NEC, Fuji y Honda, según el informe de responsabilidad

medioambiental elaborado por el diario nipón Nihon Keizai Shimbun. De

hecho, este estudio calibra los esfuerzos de los fabricantes en su

respeto por el entorno a través de políticas activas, por ejemplo en la

compra de materiales y elementos no tóxicos o en el establecimiento de

procesos de producción que reduzcan residuos y desperdicios.

Así, por detrás de Canon, que logró 733 puntos, se situó NEC (728)

gracias a su programa de reciclado y a su iniciativa de reducción de

residuos. La lista de los diez mejores incluye también a Fuji Photo Film

(720), Honda (714), Fuji Xerox (714), Ricoh (708), Sony (708),

Matsushita Electric Industrial (704), Fujitsu (703) y Omron (701).

En palabras del director de comunicación y relaciones corporativas de Canon

Europa, James Leipnik, todos los negocios de hoy en día tienen la

obligación de trabajar para sustentar el Medio Ambiente. En este

sentido, una de las claves de la política de Canon es el principio

Kyosei, vivir y trabajar juntos por el bien común, lo que engendra

responsabilidad medioambiental en todas las áreas del negocio.

Junto a esto, Canon se ha convertido en la primera empresa japonesa en sumarse

al Global Reporting Initiative (GRI) como socio organizativo, estamento

desde el que puede votar a los miembros del consejo directivo de la

entidad que ha desarrollado los principios de la ONU en materia de

responsabilidad social corporativa.

En total son más de 70 las

organizaciones japonesas que actualmente utilizan los principios de GRI,

que están enraizándose en el archipiélago. En este sentido, no hay que

olvidar que los fabricantes electrónicos nipones han empezado a imponer

controles para evitar la utilización de materiales tóxicos en los

componentes comprados a los proveedores, siguiendo así el ejemplo de

Sony, compañía pionera en la materia desde el escándalo del cadmio

detectado en sus videoconsolas en 2001.