Cómo encontrar al mentor ideal para tu startup

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Todo emprendedor necesita un mentor que lo guíe y aconseje, pero ¿a quién confiar esa tarea tan importante?

Por muy listo, estudiado y hasta lleno de experiencia que sea uno, a la hora de montar un negocio siempre es recomendable contar con una segunda opinión. En el mundo de las startups en particular, como en muchos casos los emprendedores son jóvenes que saben mucho de su tecnología, pero poco de cómo sacarle dinero, la figura de los mentores es una de las más importantes, casi igualando a los inversores como personas más buscadas por todo emprendedor.

Tener un mentor es necesario para ayudar a salir de la burbuja de la propia startup y recibir una mirada desde fuera, de alguien que suele tener más experiencia que tú y que ve de forma más clara lo que estás haciendo bien y lo que estás haciendo algo peor. Sus consejos deben ser considerados como algo valioso que después se puede seguir o no, y el resultado de esa decisión ayudará a saber si ese mentor de verdad sabe de lo que está hablando. Pero ¿cómo encontrar al mentor ideal sin tener que pasar por ese sistema de ensayo-error? Estas son algunas características que debería tener:

– Una carrera exitosa en tu sector. Aunque muchas veces los que no conocen un sector son los que dan con los mejores consejos -están libres de prejuicios -, al hablar de mentores siempre irás más sobre seguro si el tuyo conoce los entresijos del sistema. Alguien con experiencia y éxito en el sector, aunque no sean muchos años (en el mundo de la tecnología todo es siempre nuevo), a ser posible con más de una startup, suele tener buenos consejos.

– Una carrera que admires. Ese mentor no solo tiene que haber conseguido el éxito, sino que debería haberlo hecho de una forma que a ti te parece la ideal. No escojas al mentor solo por sus  conocimientos y experiencia, busca un poco más allá para encontrar también unos valores similares y una forma de hacer las cosas que a ti te parece admirable. Será más fácil seguir sus consejos que los de alguien que te propone cosas que van contra tus principios (por mucho que te fuesen a llevar al éxito).

– No tiene por qué ser mentor “profesional”. Con la moda de las startups, las aceleradoras y los emprendedores, han sido muchos los que se han apuntado al carro de ser mentores profesionales, olvidando casi su papel inicial, dejando la experiencia empresarial cada vez más allá, muchas veces llegando a quedar obsoleta. Asegúrate de que tu mentor continúa de alguna forma al día y no busques solo entre personas que se dedican ya exclusivamente al mundo del coaching.

– De verdad quiere guiarte. Has seleccionado a la persona, te has puesto en contacto con ella y ¡bien! ha aceptado convertirse en tu mentor. Pero ¿de verdad quiere hacerlo? Que la conversación sea una entrevista bilateral, no solo dándole información para convencerle, sino obteniendo también datos sobre él para confirmar que de verdad es una buena idea. Evita a los mentores a los que tienes que llamar tú siempre y que cada vez que te contestan parece como si te estuviesen haciendo un favor.

– Tiene tiempo y espacio para hacerlo. Quizá ese mentor perfecto que has encontrado de verdad quiera guiarte con tu startup, quizá tu idea le haya parecido fantástica y quiera ayudarte en todo lo que pueda. Pero ¿se lo permite su vida actual? Muchas veces los mentores son gente muy ocupada que, a la hora de la verdad, no te pueden dedicar el tiempo y pensamientos que te merecen. Libéralo de la carga extra que supondrás y no lo conviertas en tu mentor. Puedes conseguir también valiosos consejos de su parte quedando para un café informal de vez en cuando.

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