La Comunidad de Madrid multa a BlaBlaCar

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Impone tres sanciones a BlaBlaCar por un valor total de 8.800 euros, por ofrecer “un servicio de transporte público” sin autorización.

La plataforma francesa BlaBlaCar ha recibido su primera sanción en Europa. Ha sido la Comunidad de Madrid la que tiene el honor de ser la primera en multar a BlaBlaCar. El motivo: no tener “autorización” para ofrecer “un servicio de transporte público”.

Según ABC, la Comunidad de Madrid ha impuesto dos sanciones muy graves a la plataforma para compartir coche, con un valor total de 8.000 euros, por “facilitar en nombre propio servicios de transporte público de viajeros sin ser previamente titular de una autorización”. Asimismo, BlaBlaCar habría incurrido en una falta grave, multada con 800 euros, al “ofertar servicios de transporte público de viajeros sin disponer del título habilitante”. En total: 8.800 euros.

Además, la Comunidad de Madrid también ha multado a dos conductores de BlaBlaCar con 4.000 euros cada uno, por no poseer “ningún título habilitante para ejercer dicho transporte”.

El director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pablo Rodríguez Sardinero, ha avisado de que su organismo seguirá inspeccionando a otros conductores y ha conminado a la compañía gala a “cambiar su metodología si quiere funcionar en España. Hasta que España no cambie la ley, su manera de trabajar es ilegal”.

Desde BlaBlaCar, por su parte, defienden que la plataforma es “una red social de viajes en coche compartido. Una plataforma tecnológica que permite que dos usuarios contacten para realizar desplazamientos compartiendo gastos, sin ánimo de lucro. No es una empresa de transporte, ni los servicios que presta puedan considerarse una modalidad de transporte terrestre sujeta a la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT)”.

También respaldan la legalidad de la actividad de sus usuarios, puesto que compartir los gastos de un viaje sí está previsto en la LOTT, dentro de la figura de transporte privado particular. “El hecho de que particulares se unan a una red social para conocer gente con la que compartir los gastos de un viaje no es ilegal, y tampoco es una actividad de transporte público de viajeros ni de intermediación a tal fin”, sostiene la empresa, que recuerda que las aportaciones recibidas por sus conductores “no superaron nunca sus costes de desplazamiento, al ser inferiores a 14 céntimos de euro por kilómetro”.

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