Crecen los ciberataques dirigidos al juego online

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Este malware alcanza ya los 4,4 millones de programas. España es el país europeo que recibe más ciberataques al juego online: 94.700 ataques.

La cifra de programas maliciosos destinados a los juegos online alcanza ya los 4,4 millones, según los datos sobre infecciones en el juego online publicados por Kaspersky Lab. Estas amenazas han aumentado considerablemente desde el 2012, cuando se situaban en 3,3 millones.

Kaspersky Lab ha registrado en el primer semestre de 2013, más de dos millones de ataques a jugadores, lo que supone una media de 11.500 ataques diarios. Un número que casi duplica los 7.000 que se registraban en el mismo periodo de 2012, informa El Economista.

El objetivo final de estos programas es robar los datos de la cuenta del jugador, así como sus objetos virtuales. “El gamer es un objetivo muy lucrativo para el ciberdelincuente. La utilización, cada vez con más asiduidad, de dinero real para comprar objetos en los juegos se ha convertido en un blanco muy rentable para los criminales cibernéticos”, explica Christian Funk, analista de malware de Kaspersky Lab.

El análisis por países de estos ataques muestra una sorpresa desagradable para los jugadores españoles: España es el país europeo que recibe más ciberataques al juego online: 94.700 ataques. Le siguen Polonia (85.800 ataques), Italia (52.200), Francia (29.300), Alemania (18.300) y, a más distancia, Austria y Suiza.

Los métodos para evitar el acceso de los ciberdelincuentes a la cuenta pasan por utilizar contraseñas difíciles de adivinar, basándose en la combinación de números y letras superiores a ocho caracteres. También se recomienda introducir las direcciones web de forma manual, para impedir el phishing, uno de los principales problemas que sufren los jugadores. Además de no instalar nada que no proceda de una fuente oficial o fiable para evitar la intrusión en el equipo de algún virus o amenaza. Por último, hay que tener mucho cuidado a la hora de introducir tarjetas de crédito y, por si acaso, emplear siempre tarjetas de crédito con las que se pueda reclamar un pago fraudulento.

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