De cómo Google se asustó de sus propios robots

Adquisiciones y FusionesEmpresas

Alphabet ha puesto a la venta Boston Dynamics, la firma de robótica que compró hace poco más de dos años.

El pasado 23 de febrero, un vídeo entre fascinante y terrorífico apareció en YouTube. Mostraba a robots con forma humana realizando distintas tareas: uno caminaba por la nieve sin perder nunca el equilibrio pese a la inestabilidad del terreno, otro cogía cajas del suelo y las colocaba en una estantería (y no se caía cuando un humano lo empujaba, ni perdía la paciencia cuando le tiraban la caja al suelo), otro se levantaba sin problema del suelo al que había sido lanzado de una patada por un malvado humano.

El vídeo, que ha sido visto más de 14 millones de veces, muestra los últimos avances de Boston Dynamics, la firma de robótica que compró Google hace un par de años, y que ahora parecen haber puesto a la venta. ¿Es que la compañía ya no está comprometida con la innovación que claramente muestran los robots? ¿Por qué deshacerse de algo que se compró hace tan poco? Las razones no son pocas, ni sencillas.

La principal, según unos documentos filtrados por un empleado de Google a Bloomberg, parece ser puramente económica. Los ejecutivos de Alphabet (Boston Dynamics es subsidiaria) no ven que esos robots puedan dar beneficios -ni cubrir gastos -a corto plazo. Detrás de esta sentencia está la razón real: los ingenieros de Boston Dynamics no han sabido integrarse en Replicant, el proyecto de robótica de Alphabet en el que también trabajan ingenieros llegados de otras startups dedicadas a este mundillo.

Según se trasluce en los documentos filtrados, Aaron Edsinger, director de robótica en Google en San Francisco, intentó trabajar con los ingenieros de Boston Dynamics para crear un robot eléctrico cuadrúpedo low cost, algo que se pudiera comercializar en pocos años, y se encontró con una especie de “muro de ladrillos” en toda la división. La marcha de Google de Andy Rubin, impulsor de la compra de Boston Dynamics y las otras startups de robótica, no hizo más que empeorar las cosas.

Cambios de liderazgo y un problema de relaciones públicas

Rubin se fue de Google en octubre de 2014, unos meses después de la compra de Boston Dynamics. El resultado fue que Replicant se quedó sin líder estable y perdió la unidad que el ex-Googler dice que el proyecto tenía cuando se marchó. Los robots se quedaron sin dirección, estrategia y liderazgo, y las rencillas entre ingenieros (especialmente entre los de Boston Dynamics y el resto) comenzaron. En diciembre de 2015, Replicant pasó a ser uno de los proyectos de Google X, pero sin los ingenieros de la firma de Boston. Esta, sabemos ahora, está a la venta.

Otro de los problemas de Google con Boston Dynamics es más de comunicación y relaciones públicas: hay algo de inquietante en esos robots tan avanzados, algo con lo que en Google no quieren ser relacionados. “Hay mucha excitación en la prensa tecnológica, pero también estamos empezando a ver algunos hilos negativos sobre lo terroríficos que son, listos para tomar los trabajos de los humanos“, asguraba sobre el vídeo Courtney Hohne, directora de comunicaciones en Google y portavoz de Google X en un mail filtrado.

Razones económicas, de organización y, en última instancia, de imagen están detrás de la decisión de Google de deshacerse de sus robots más avanzados. ¿Quién comprará Boston Dynamics? En Bloomberg citan dos compañías que podrían estar interesadas en incorporar a los robots a sus cadenas de montaje y almacenes: Toyota y, por supuesto, Amazon. Boston Dynamics está de todo menos muerta y sus robots acabarán encontrando hogar. ¿En qué momento hay que empezar a tener miedo?

Lea también :
Leer la biografía del autor  Ocultar la biografía del autor