Olvídate de mí, Google: la laguna legal del derecho al olvido
El perfeccionamiento de los buscadores ha traído un nuevo debate: el del derecho al olvido, o evitar la difusión de información que ya no es relevante. La AEPD se enfrenta a Google. Europa decidirá.
¿Tiene futuro el derecho al olvido?
Hace unas semanas el derecho al olvido volvía a convertirse en tema de actualidad a raíz de unas declaraciones realizadas por César Lorenzana, Capitán del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, en una conferencia sobre seguridad informática. “El derecho al olvido nunca va a existir, y va a haber cosas que nunca podamos eliminar de Internet”, aseguró. ¿Está el panorama tan negro?
“Evidentemente es muy difícil que algo publicado en Internet pueda ser efectivamente borrado, al menos en todas las copias existentes”, explica Manuel Moreno, de Bórrame.es, que añade que “lo importante” es disponer de herramientas para poder limitar esa difusión.”Puede que no consigamos eliminarlo de origen, pero si podemos limitar su difusión por los buscadores estaremos atenuando el efecto pernicioso que produce la exposición mundial de dicha información”. La ley que se está preparando, no obstante, parece que se queda algo corta.
“En los últimos años se ha ido redactando un Reglamento Europeo de Protección de Datos que pretendía armonizar este derecho dentro de la Unión Europea”, asegura Manuel Moreno, “pero a lo largo de su desarrollo se ha ido “descafeinando” por las presiones de los lobbies de las grandes compañías (Google, Amazon, Facebook, etc.)”. Joaquín Muñoz, de Abanlex Abogados, coincide en que tanto la resolución del caso de Mario Costeja (que llevaron ellos), como el nuevo reglamento “irán en la misma línea”, y que serán los responsables de “definir si es reponsabilidad única de los editores, como parece que va a ser, o también los buscadores deberán atender estas solicitudes”.
Si esto es finalmente así y el nuevo reglamento de Protección de Datos lo deja todo en manos de los editores, la reivindicación del derecho al olvido posiblemente continúe durante muchos años. Muñoz explica la razón por la que todos los defensores de este derecho apuntan hacia Google con un ejemplo muy claro. “Hace no muchos años para encontrar una información había que emplear mucho tiempo en las hemerotecas de periódicos en papel o boletines oficiales, mientras que hoy, tras la digitalización de estos, tenemos la misma información en escasos segundos gracias a la acción de los buscadores”, apunta.
A la espera de la resolución final de este caso y de la aprobación del nuevo reglamento, y si todo acaba dejando a los buscadores libres de culpa, solo podemos saber algo seguro: la necesidad de preocuparse más por temas como la identidad o reputación digital se hará mucho más patente en los próximos años. Darle a Google más cosas de comer a la hora de listar resultados relacionados con tu nombre. Y que eso que no quieres que salga a la luz, quede enterrado en la página 4 de resultados.
