El 30 aniversario del Walkman en el año más difícil de Sony

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Música en movilidad, la idea de Sony que revolucionó la forma de escuchar música en la década de los 80, cumple 30 años desde la aparición del primer Walkman, pero Sony sigue sin encontrar otro ‘hit’.

Se cumplen 30 años desde que el primer Walkman de Sony llegó al mercado, revolucionando la forma de escuchar música y creando el concepto de música en movilidad. Aunque es una fecha significativa, Sony no está este año para celebraciones, tras los últimos resultados en los que anunció pérdidas millonarias y las previsiones poco halagüeñas para los próximos meses.

El fabricante, que también produce los ordenadores Vaio y cámaras Cyber-shot, entre otros productos, lleva varios años sin lograr sacar al mercado un producto tan revolucionario y puntero como el Walkman. De hecho, aprovechó su experiencia en el segmento de la música en movilidad tras el popular Walkman, y su posterior versión para CD (el Discman), en la dirección equivocada. Tras el lanzamiento de estos productos la compañía se enredó en el desarrollo de los reproductores Minidisc, dejando que Apple se hiciera con este mercado con sus atractivos reproductores MP3, los iPod.

Como publica AP, Sony ha logrado vender 385 millones reproductores Walkman en 30 años, mientras que Apple ha superado la cifra de 210 millones de iPod en ocho años.

Sony ha intentado aprovechar el tirón y la popularidad de la marca Walkman, aunque el movimiento ha llegado un poco tarde. La compañía ha lanzado una nueva línea de reproductores MP3 -coloridos, delgados y modernos-, bajo el nombre Walkman, que también ha incluido en su división de telefonía que comparte con Ericsson.

“Podemos crear una nueva emoción a la gente con el Walkman”, expresaba Akio Morita, cofundador de Sony en un vídeo de 1989 que celebra los diez años de este dispositivo. “Tenemos que hacer más y más productos como el Walkman”, aseguraba orgulloso. En aquellos años el walkman se encontraba en la cumbre de su popularidad, cuando todavía era imposible imaginar en lo que se ha convertido hoy en día: en un objeto retro y un bonito recuerdo para los nostálgicos, pero enormemente incómodo y anticuado a la hora de utilizarlo.