El Microscopio del Tiempo analiza datos sobre el clima o las finanzas

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A través de este instrumento, coproducido por el MediaLabMadrid, se
descompone la señal temporal en diferentes frecuencias a través de un
examen espectral.

Un sistema innovador que analiza estructuras temporales como lo haría

un microscopio ha permitido desvelar nuevas concepciones sobre

fenómenos como la evolución del clima de la Tierra o el cambio en la

integración de los mercados de Latinoamérica desde el 11-S, según señala

el biólogo Ramón Guardans.Guardans dirige el encuentro La forma del

tiempo que se desarrolla en Madrid, dentro de la programación del Ciclo

de Invierno de Ciencia y Tecnología de la Fundación de la Universidad

Complutense de Madrid, en colaboración con MediaLab.

En las

jornadas tendrá lugar la presentación de la Algorithmic Echolocation

(Ecolocación Algorítmica), un microscopio del tiempo capaz de

descomponer series temporales de miles de años igual que descomponemos

el tiempo con el oído para encontrar sus componentes armónicos y

después construir un sonido o un gráfico representativo.

Una serie temporal, explica Guardans, es una estructura que muestra la

evolución de algún fenómeno en el tiempo y puede ser desde una porción

de sonido hasta un registro geológico, siempre que tenga dos elementos:

fechas (paso del tiempo) y valor (para que sea posible una comparativa).

A través de este instrumento, coproducido entre el Center for Art and Media

(ZKM) de Karlsruhe, Soundsplot y el MediaLabMadrid, se descompone la

señal temporal en diferentes frecuencias a través de un análisis

espectral. Se pueden analizar así, desde los datos financieros de la

Bolsa de Londres hasta la historia biogeofísica del planeta de los

últimos 420.000 años.

Además, en las jornadas se

presentarán los resultados preliminares de estudios sobre estructuras

temporales que desvelarán, por ejemplo, concepciones nuevas sobre cómo

se ha distribuido la variabilidad en el clima de la Tierra.

Las

conclusiones en este sentido, mucho más resumidas y detalladas que las

de estudios anteriores, según Guardans, reflejan cómo las variaciones de

la órbita terrestre han tenido menos importancia de la que se creía a

la hora de explicar el fenómeno de las glaciaciones, mientras que

cobran relevancia otros factores, como los procesos de la biosfera.