El progreso científico nos dejó momentos estrambóticos

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El señor de arriba no es que esté haciendo fuerza en el retrete: realmente está en un experimento en el que se pretendía observar la reacción del cuerpo humano ante vientos de hasta 480 km/h.

Luego están los gatos escaladores:

No sabemos si definirlo como adorable o tortura. Se trata de otro experimento: esta vez se pretendía saber qué les pasaba a los gatos si permanecían patas arriba durante periodos prolongados.


Estos de aquí no son científicos que estén huyendo de un incendio; más bien se trata de unas pruebas llevadas a cabo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, del oído interno. Ya sabéis, donde está el equilibrio.


Y este hombre es el conejillo de indias para las pruebas de los efectos del cansancio en vuelos a gran altura. Se supone que le irían metiendo más o menos oxígeno y demás gases para ver qué pasaba. Será el blanco y negro de las imágenes o las válvulas, pero todo tiene aspecto de estar bastante sucio.

Puedes ver más en la galería de imágenes de LIFE, te aguarda otro gato con problemas. — Javier G. Pereda [LIFE]

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