Elon Musk espera los primeros frutos de Neuralink en cuatro años

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Las primeras versiones de interfaces cerebrales servirán en un primer momento para ayudar a personas con daños médicos, con vistas al futuro desarrollo de la comunicación mental.

Musk ha desvelado nuevos detalles sobre su proyecto Neuralink, que, simplificando, trata de conectar el cerebro humano a ordenadores. En un largo reportaje en Wait But Why, el CEO de otras compañías pioneras como Tesla o SpaceX ha explicado con mayor detalle cómo pretenden conseguir este logro, que pasa por la creación de interfaces cerebrales mejoradas, lo que Musk denomina una “tercera capa digital” del cerebro, y cuáles serán sus potenciales usos.

Para esto, Neuralink pretende desarrollar dispositivos ultramilimétricos, interfaces cerebrales mejoradas. Sobre cómo podrían implantarse en el cerebro, Musk explica que se podría tratar de un proceso automatizado. Pone como ejemplo el de la cirugía ocular LASIK, que emplea láser de baja potencia para la corrección de defectos visuales, pero incide en la parte de la automatización, que evite los costes y riesgos asociados a intervenciones quirúrgicas. Todo, por supuesto, de forma inalámbrica y lo menos invasiva posible.

Sobre las aplicaciones que esta tecnología puede tener, Musk explica que se emplearía, en un primer momento, en la reparación de daños cerebrales producidos por infartos o lesiones asociadas a tumores, donde elementos cognitivos hayan resultado perjudicados. Las posibilidades del mecanismo van más allá, posibilitando la ayuda a personas parapléjicas o cuadrapléjicas, o con enfermedades que afectan a la memoria, como Alzheimer o demencias. El fundador de Neuralink espera que los primeros frutos lleguen al mercado “en cerca de cuatro años”.  

Y este sería solo uno de los primeros escalafones de Neuralink, con la vista puesta en la integración del cerebro con inteligencia artificial, lo que llevaría a funcionalidades como la comunicación motora y la comunicación mental entre personas. Musk ha explicado cómo el ser humano actual ya depende, en gran medida, de la tecnología, y que, para alcanzar el siguiente paso en la mejora de las comunicaciones entre personas, se debería poder conectar el cerebro mediante “una interfaz neuronal directa”. 

De este modo, por ejemplo, se evitaría todo el proceso mediante el cual las personas emplean un lenguaje que codifica las ideas para transmitirlas a otros, intercambiando directamente esas ideas originarias, sin necesidad de pasar por un canal que las modifique. “Si yo quisiera comunicarte un concepto, esencialmente nos uniríamos en telepatía consensuada. No necesitarías verbalizar a no ser que quisieras añadir cierto estilo a la conversación”. 

Musk y su equipo inciden en que esto facilitaría el desarrollo y la innovación, al simplificar la comunicación tanto entre personas como con los ordenadores. Y no, esto no significa que cualquiera pueda ver lo que está pensando otra persona. “La gente no podrá leer tus pensamientos, tendrás que querer que lo hagan. Si no quieres, no pasará. Igual que si no quieres que tu boca hable, no habla”, explica. 

El reportaje también describe la comunicación motora, que funcionaría como si el cerebro fuese un elemento más conectado al internet de las cosas. De esta forma, se podrían realizar actividades automáticamente, sin necesidad del esfuerzo físico. También se podrían trasladar los pensamientos a contenidos multimedia, o desarrollar la comunicación emocional. Incluso llevan las posibilidades hasta el terreno de la comunicación sensorial, que permita compartir experiencias con otros. 

La visión de futuro de Elon Musk, en la que la comunicación telepática sea un hecho, puede parecer algo loco. Pero no hay que olvidar que es el mismo hombre que se propone revolucionar el mercado de la automoción con coches eléctricos para todos los públicos. Y lo que parecía un objetivo lejano, le ha llevado a ser la empresa del sector más valorizada. Así que mejor no perder de vista Neuralink.