Europa lanza el primer satélite de la red Galileo

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El lanzamiento del Giove-A es una etapa esencial para el programa Galileo, ya que va a permitir poner a prueba tecnologías críticas en órbita.

Europa ha lanzado el satélite Giove-A, primera etapa del sistema de localización y navegación por satélite Galileo que le permitirá emanciparse en 2010 del GPS estadounidense. A las 05.19 GMT (una hora más en España) despegó desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, un cohete ruso Soyuz con el satélite experimental a bordo.

“El lanzamiento del cohete se produjo de acuerdo al programa y dentro de unos nueve minutos el bloque propulsor y el Giove-A deberán separarse de la tercera etapa del portador”, señala un portavoz de Roscosmos citado por la agencia Interfax.

Pocos minutos después, a las 05.40 GMT, el satélite Giove-A y el módulo propulsor ruso Fregat se separaron con éxito de la tercera etapa del cohete Soyuz, según informó Roscosmos, la agencia espacial rusa

El satélite debe llegar a una órbita de apoyo dentro de 88 minutos después de su lanzamiento y tardará 14 horas y cuatro minutos en llegar a su órbita definitiva, de 23.000 kilómetros de altura, añadió el portavoz.

“¡Va a ser un día muy, pero que muy largo!”, subrayó Bonacina, consciente de lo mucho que la ESA y la Unión Europea, que son socias en este proyecto, se juegan con este lanzamiento.

El Giove-A es el primero de los dos satélites de prueba que la Agencia Espacial Europea quiere lanzar antes de junio de 2006, fecha tope para poner en órbita el primero de los 30 satélites operativos con los que contará Galileo en su fase final, en 2010.

Si la ESA no manda el primer satélite operativo antes de junio próximo perderá sus derechos sobre las órbitas que le han sido concedidas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para Galileo, el primer sistema civil de navegación por satélite.

El lanzamiento del Giove-A (acrónimo de “Galileo in-orbit validation element”), fabricado por los británicos, es una etapa esencial para el programa Galileo, ya que va a permitir poner a prueba tecnologías “críticas en órbita”, especialmente el reloj atómico más preciso enviado jamás al espacio, según la ESA.

Por miedo a que el Giove-A fracase, la ESA encargó el Giove-B, cuyo lanzamiento está previsto el próximo abril si todo va bien y dos meses antes, en febrero, en caso contrario.