Gowex, cuando la burbuja startup se pinchó de golpe

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Gowex ha pasado de estar valorada en 17.000 millones de euros a entrar en concurso de acreedores.

El escándalo se ha destapado en el sector tecnológico y empresarial español. Jenaro García, CEO y fundador de Gowex, ha reconocido que el informe publicado por la firma de investigación Gotham City Research estaba en lo cierto. Las cuentas de los últimos cuatro años son falsas y el 90% de la facturación de esta empresa que ha llevado el WiFi gratis a los quioscos, a los autobuses y a ciudades como Nueva York, sencillamente no existía.

Hasta hace unos días, Gowex afirmaba que había cerrado el ejercicio económico 2013 con 182,6 millones de euros de ingresos, recursos propios por valor de 94,4 millones de euros y una posición de caja de 54,8 millones. Además, la multinacional española aseguraba que invertiría 260 millones más hasta 2018.

La tecnológica se había granjeado numerosos apoyos económicos públicos. El Instituto Oficial de Crédito (ICO) le había otorgado créditos de hasta 8,92 millones de euros. Del Ministerio de Industria había obtenido 4,8 millones de euros a los que se sumaban las ayudas del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Fondo Europeo de Inversiones.

Pero las cosas no cuadraban y las cuentas no salían. García ha admitido el fraude, asegurando que quiere colaborar con la justicia y que acarreará con las consecuencias y la empresa ha entrado en concurso público de acreedores para intentar pagar sus numerosas deudas. El ya ex CEO ha pedido perdón a través de su perfil en Twitter.

Muchos de los trabajadores de la compañía están estupefactos por la noticia y creen que podría haber más cargos de la junta directiva implicados. Hace solo unos días, el mandamás les había reunido para desmentir las acusaciones y prometer que todo iba bien, demostrando una frialdad absoluta para engañar y ocultar la verdad a toda la plantilla de la organización, como demuestra este vídeo. Actualmente, Gowex cuenta con una plantilla de 172 personas y proporcionar 1.200 empleos indirectos.

Los trabajadores han emitido un comunicado en el que aseguran que les preocupan “los clientes afectados y el perjuicio a nuestra imagen como profesionales y que nos vinculen con unas actuaciones de las que sólo somos una parte afectada más y que rechazamos rotundamente”. Aseguran que continuarán en sus puestos de trabajo “para seguir dando servicio para sacar la empresa adelante, a pesar de las circunstancias”. Además, se desvinculan “radical y totalmente de estos hechos, y estamos estudiando las acciones a tomar como parte afectada y víctimas de esta situación, que aún estamos asimilando”, añaden.

La vergüenza de ser español

El caso Gowex no ayuda a lavar nuestra imagen en el exterior. La compañía española había extendido el WiFi a ciudades como Nueva York, París, Dublín o Dubai y tenía contratos públicos en otras urbes de todo el mundo. La firma cuenta con oficinas en Madrid, Barcelona, Londres, París, Nueva York, Shanghai, Manila, Dubai, Buenos Aires, Bogotá y México.  Era una de las pocas empresas que ha salido a bolsa de manera simultánea en el parquet madrileño (en el MAB) y en el mercado secundario de Nueva York. García quería ir a por el NASDAQ en dos años. Incluso habían establecido un acuerdo de impulso de Smart Cities con la empresa americana Cisco.

La prensa internacional ya habla de Gowex y el mensaje que volvemos a dar vuelve a ser el mismo. No somos de fiar. El fraude y la corrupción (lo que antes llamábamos ‘picaresca española’) van a impregnarnos durante muchos años gracias a los políticos, los promotores inmobiliarios y los empresarios como Jenaro García. Hasta Los Simpsons se ríen de los sobres de dinero que van y vienen en España.

“Tenemos que estar mucho mejor preparados: somos muy osados, pero tenemos que estar mejor preparados en idiomas y en capacidad de crecimiento internacional. Es el momento. España está siendo muy bien vista en los mercados internacionales, señalaba García hace unas semanas, paradójicamente.

Para muchos inversores, la salida al MAB de Gowex había supuesto confianza. Ahora todo el mundo se pregunta cómo una empresa con el 90% de su facturación ha podido pasar de tal manera el filtro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y se pone en evidencia el buen funcionamiento del organismo. Cuando Gotham publicó su informe, la CNMV no le dio crédito y en lugar de leer la cartilla a la española su decisión fue investigar a la consultora.

Autonominarse, el auténtico grado en España

En EE.UU las startups intentan  adquirir a otras compañías, buscar nuevas vías de monetización o lanzar nuevos productos. Todo con el fin de inflar su valoración para cerrar posibles rondas de financiación más abultadas o vender en bolsa las acciones a un precio mayor.

En nuestro país la burbuja es menos sutil y eso que Gowex no es una startup (se fundó en 1999). Parece ser emprendedor, experto en marketing online, gurú o coach quién dice serlo. Nos lo creemos todo o al menos todo lo que dice un perfil de Linkedin o Twitter. Nos hemos convertido en auténticos maquilladores profesionales de currículums y el mundo del emprendedurismo está siendo foco principal de todas estas figuras que se suben a todas las olas que huelan a dinero.

Alguien puede crecer en una industria cuanto más autobombo se dé y parece que es también ocurre en el mundo de las startups. Los proveedores y clientes se lo creen, los políticos pasan por el aro porque les interesa vender que “hay que ser emprendedor y levantar el país”, los medios tragamos y contribuimos a hacer de una pelota de golf una gran bola de nieve, robándonos las informaciones los unos a los otros por ser los primeros en lugar de comprobar la veracidad. Por algo, a Gowex le han dado el Premio Nacional de Marketing 2014. En la entrega de premio, García hablaba así: “Dentro de todas las empresas y, sin duda, la nuestra, hay una gran parte que es la ética, la moral, el cómo podemos trasladarle valores a la sociedad y demás”.

El propio García se había puesto a sí mismo como un emprendedor modelo y un ejemplo a seguir. En las redes sociales, el empresario presumía de estar ayudando a España a salir de la crisis. El CEO de Gowex también afirmaba para El Mundo que ni el éxito ni el poder se le habían subido a la cabeza. “Un emprendedor también se forja en la adversidad y ante las barreras. Cuando te ponen las cosas muy fáciles y llegas a triunfar, se te sube a la cabeza. Yo soy el mismo que hace 10 o 15 años“.

Apoyo público

Gowex no solo había recibido el apoyo económico de organismos públicos. La administración también le ha hecho buena prensa a García, sencillamente porque le interesaba vender la figura de ese empresario-emprendedor, que quieren que ahora seamos todos los españoles.

El pasado mes de marzo la Secretaría de Estado de Comercio e ICEX entregó el premio START-EX a varias firmas emergentes, entre ellas Gowex. García recogió el galardón del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A los populares se les volvió a llenar la boca con el emprendedurismo. El presidente señalaba: “Una sociedad necesita referentes emprendedores como ustedes y por eso son tan merecidos estos premios”.

El pasado 1 de julio, Ana Botella, alcaldesa de Madrid,  ensalzaba el trabajo del empresario cuando el informe de Gotham ya era conocido. La alcaldesa de Madrid escogía la sede de Gowex para presentar la nueva campaña de devolución de los impuestos a emprendedores, la iniciativa Tax Free. La ciudad había firmado contratos con Gowex para llevar también el WiFi gratuito a la red de Metro, como ya se había hecho un su momento para los quioscos y los autobuses de la EMT. En principio el contrato era realizar una cobertura a diez estaciones de Metro.

Durante el acto, Madrid Emprende, el proyecto que concentra todas las iniciativas emprendedoras del Ayuntamiento de Madrid, hizo varias referencias a García. Algunas de las menciones y las imágenes del empresario con Ana Botella, han sido eliminadas.

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*Actualización: 17.15

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