Hitachi apuesta por la tecnología biométrica

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La marca nipona saca al mercado un sistema de reconocimiento a través de las venas de los dedos.

Puede que todavía parezca ciencia ficción pero los sistemas de autentificación biométricos están en auge. Esta tecnología se basa en la propia persona, no en lo que tiene (tarjetas) o lo que sabe (contraseñas) para certificar que es quien dice ser.

Al reconocimiento por huellas dactilares, el iris del ojo, o la forma de la cara, se une el reconocimiento de las venas. Al igual que en las anteriores opciones, la configuración de las venas no se altera, permanece inmutable durante toda la vida y además presenta una ventaja particular: al ser una parte interna de nuestro organismo, su falsificación resulta imposible.

Basta con colocar el dedo cerca el lector infrarrojo para que éste capture el mapa de las venas y lo convierta mediante un algoritmo en información digital. El dispositivo de Hitachi tiene unas dimensiones de .59 (anchura) x 82 (longitud) x 74 (altura) y un peso de 96 gramos.

En realidad, esta tecnología no es nueva. Fujitsu anunció el desarrollo de esta tecnología en el 2003, y en junio de 2005 empezó a comercializarla. Con la diferencia de que en este caso, se lee la palma de la mano. El éxito del dispositivo vinculado a su fiabilidad y la variedad de aplicaciones del mismo ha hecho que en Japón se extienda rápidamente, y desde ahí al resto del mundo.

El miedo a las posibles estafas en tarjetas de crédito, hackeo de contraseñas, o a que alguien pueda acceder a la información contenida en una PDA robándola, convierten a las tecnologías biométricas en la mejor alternativa al problema.

Sus aplicaciones son innumerables, desde seguridad bancaria hasta identificación médica. Los estudiantes de la escuela primaria Todholm, en Escocia, por ejemplo ya pueden pedir su comida en la cafetería utilizando un sistema de pago basado en el reconocimiento biométrico.

En una sociedad que demanda cada vez mayor movilidad son necesarias este tipo de soluciones. Por eso no resulta extraño que Hitachi se haya propuesto como objetivo vender 10.000 unidades de este dispositivo al año en el sector de la seguridad en TI, campo en el, según su comunicado, prevé un considerable crecimiento.

El mayor problema presentado por ahora, es la falta de estandarización de los sistemas. como Fujitsu y Hitachi utilizan algoritmos diferentes, sus dispositivos no son compatibles.