Instala un segundo disco duro

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Amplía la capacidad de almacenamiento de tu dispositivo con una nueva unidad interna.

Aunque las posibilidades de los dispositivos de almacenamiento externos actualmente son muy amplias, con memorias flash y discos duros portátiles reducidos y de muchos gigabytes, es posible que prefieras la forma tradicional de aumentar la capacidad de tu equipo instalando un disco duro interno.

Se trata de un proceso bastante sencillo, pero para el cual hay que tomar ciertas precauciones. En primer lugar, antes de hacer nada hay que apagar el ordenador y desenchufarlo de la red eléctrica.

Al mismo tiempo, para la instalación se recomienda usar guantes anti-estáticos o bien descargar toda la electricidad estática que puedas tener acumulada en las manos, al tocar las partes metálicas de la carcasa que no tengan pintura.

Se presupone que se disponen todos los componentes necesarios para el proceso: como el propio disco duro, las conexiones que se necesiten dependiendo de si es SATA, IDE, etc. y algunas herramientas necesarias, entre las que no deberán faltar un destornillador de estrella y otro plano.

Es el momento de tener en las manos el nuevo hardware. Es obvio que ya se dispone del disco duro, cuya compatibilidad se deberá haber comprobado previamente con la placa madre del ordenador. Si existe alguna duda respecto a esto lo mejor es preguntar directamente en la tienda donde se adquiera.

El disco debe tratarse con cuidado, evitando cualquier golpe, ya que el componente es muy sensible a las vibraciones y dispone de piezas de gran precisión y delicadeza.

Para empezar deben colocarse los jumpers, unos pequeños conectores que se extraerán con unas pinzas de la parte trasera del disco. En principio éste viene con tres: Master, Slave y Cable Select. El primero configurará la unidad como la principal, con la segunda opción el disco actuará como “esclava” o unidad secundaria y Cable Select no se va a usar para estos fines.

El nuevo disco se instalará como Slave para dar prioridad al que ya está instalado previamente en caso de conflictos. El jumper se colocará, por tanto, donde están las siglas SL.

A continuación, debes abrir la carcasa del PC con el destornillador de estrella y comprobar los conectores que están libres en la placa base. Hay que localizar un conector IDE que no esté usándose o si es SATA, el respectivo. Si se trata del primero tienes que enchufarlo al conector de color negro, que será el esclavo.

En cuanto a los cables, se diferencian porque el del IDE es de color gris y muy ancho, mientras el del SATA es bastante estrecho, de color rojo y negro, normalmente. El cable IDE, además no da lugar a equivocación, ya que a la hora de colocarse sólo tiene una posición, con una pestaña que sale hacia arriba.

Debes posicionar la nueva unidad en la bahía que esté libre, fijándola mediante cuatro tornillos de estrella que suelen venir en la propia caja del hardware. Asegúrate de que se queda bien sujeta, dado que las grandes velocidades a las que gira ésta podrían provocar vibraciones, dañando al resto de componentes aledaños.

También es importante que la bahía en la que se coloque disponga de buena ventilación, para que no se dé un sobrecalentamiento del disco.

Una vez se ha realizado la fijación correctamente a la bahía, deberás encajar el extremo del conector que está libre al disco duro. Como ocurría antes, no es difícil, dado que sólo dispone de una posición.

Asimismo, tienes que colocar también los extremos del cable de alimentación, dejando una toma libre. Estas tomas se distinguen porque se componen de varios cables de colores rojo, amarillo y negro y sus extremos tienen forma de trapecio. Hechas todas las conexiones y habiéndote asegurado de que éstas no forman una maraña que dificulte la ventilación, puedes cerrar la carcasa y enchufar el PC a la red eléctrica.

Después conecta todos los dispositivos, arranca el equipo y comprueba que la BIOS lo detecta. Normalmente ésta configurará automáticamente el nuevo disco duro, pero puede suceder que no sea así.

En el caso de que la BIOS no detecte la unidad es posible que hayan ocurrido varias cosas. Puede ser que no hayas seguido bien algún paso, para lo cual lo más recomendable es desinstalar el disco duro y comenzar nuevamente el proceso

Hay otra posibilidad: Entra a la BIOS, pulsando la tecla Supr mientras lee los dispositivos IDE, dirígete a la opción “Standar CMOS Setup” y selecciona la unidad como “Auto”, guardando cambios y saliendo.

Como tercera opción es posible que la placa base cuente con cierta antigüedad. En este caso deberías recurrir al CD de configuración de la BIOS.

Cuando por fin la unidad se haya detectado, deberás particionar ésta y formatearla, lo cual te recomendamos hacer mediante MS DOS y un diskette o CD de arranque.

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