Kingston abre una planta de producción en China

Empresas

La nueva instalación permitirá a la compañía dar respuesta a la creciente demanda de sus productos en todo el mundo.

Kingston Technology, fabricante de memoria independiente, ha anunciado que la apertura de su planta de producción en China se ha realizado dentro del plazo y del presupuesto previsto. Con la puesta en marcha de esta nueva fábrica, aumentan las operaciones de Kingston en el país oriental, pasando de una producción de 1,5 millones de módulos de memoria a 5 millones de módulos por mes.

“Kingston está invirtiendo en China, país que ofrece grandes oportunidades,” señala Alberto Gómez, director general de Kingston Technology para España y Portugal. “Nuestra unidad de ventas mundial ha crecido espectacularmente desde el año 2000 y con el establecimiento de grandes fábricas en Shangai cumplimos con el doble objetivo de nuestra estrategia: incrementar nuestra capacidad para ofrecer a nuestros clientes de todo el mundo productos de calidad a precios competitivos y, por otro lado, establecer una presencia estratégica en la región, dispuesta a proveer de productos al mercado local en el que se desarrollan”, añade Alberto Gómez. El crecimiento global está planificado: se ampliarán las instalaciones de Kingston en Estados Unidos y Taiwán y la producción continuará en Malasia.

Equipada con tecnología de ensamblaje SMT, la nueva planta de Kingston Technology Electronics Co., Limited está situada en el conocido como “Silicon Harbor” de Shangai, centro de operaciones de alta tecnología en China. De hecho, Kingston ha cambiado su planta de 4.650 metros cuadrados a una de aproximadamente 23.226 metros cuadrados y dispone de un espacio adicional de 14.000 metros cuadrados para futuras ampliaciones.

El lanzamiento de la gama ValueRAM, dirigida al mercado OEM (white-box), ha sido clave en el incremento de la demanda de módulos de Kingston. Al igual que muchas compañías de alta tecnología, Kingston se dio cuenta del crecimiento del mercado en China y comenzó a desarrollar capacidades de producción para soportar una futura demanda de memorias.