La edad en los videojuegos

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Un tercio de los niñlos afirma que si sus padres conocieran sus videojuegos se los prohibirían.

Uno de cada tres menores reconoce que juega con videojuegos clasificados para mayores de 18 años y un 38 por ciento, fundamentalmente varones, afirma que si sus padres conocieran el contenido de algunos de los productos que ven no les dejarían usarlos. Así consta en un estudio presentado por el Defensor del Menor de Madrid, la asociación Protégeles y la organización de investigación Civertice en el que se advierte a los padres sobre su responsabilidad a la hora de conocer los contenidos del ocio digital de sus hijos.

Con este objetivo y junto con la Asociación Española de Madres y Padres Internautas (AEMPI) estas asociaciones han editado una guía para padres en la que se informa sobre los contenidos y edades recomendadas de 51 videojuegos que se venderán estas Navidades.

Según el estudio presentado, un 69 por ciento de los encuestados juega habitualmente con videojuegos -más los niños (85 por ciento) que las niñas (52 por ciento)-, de los cuales el 43 por ciento les dedica al menos una hora diaria aunque un 15 por ciento reconoce que pasa más de dos horas al día. Más de la mitad utiliza videojuegos pirateados y un 23 por ciento afirma que casi todos los títulos que ven son piratas.

Respecto a los conflictos familiares que plantea el uso de estos productos, Cánovas destacó que la mayoría de los problemas con los padres se deben al número de horas o el momento en el que juegan los niños pero solo un 6 por ciento de los encuestados dijo que se discute por el tipo de videojuego.

En este sentido, un 57 por ciento de los encuestados admitió que juega con videojuegos en los que se daña, tortura o mata a personas y un 20 por ciento reconoce que los destinatarios de esta violencia son niños, ancianos o embarazadas. Un 15 por ciento confiesa que se reproduce maltrato hacia las mujeres, el mismo porcentaje que señala que se consumen drogas en los videojuegos que ven.

A juicio de Guillermo Cánovas, estas cifras son todavía “pequeñas pero preocupantes” y subrayó la necesidad de sensibilizar a los padres que en ocasiones adquieren, sin saberlo, títulos no adecuados para sus hijos.

El estudio refleja que la mitad de los varones y un 27 por ciento de las mujeres considera que si sus padres conocieran el contenido de los títulos que ven no les dejarían verlo. Asimismo señala que un 14 por ciento de los menores encuestados reconoce estar enganchado a los videojuegos y un 11 por ciento cree que pueden hacerles más violentos.

El director de Civertice, Fernando García, subrayó que no se trata de transmitir mensajes alarmistas, ya que la mayoría de los videojuegos son válidos e incluso pueden servir como instrumento educativo, pero “se da la circunstancia de que los ‘top venta’ no son los más recomendables