La muchedumbre que nunca existió

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El retoque fotográfico está limitado no tanto por la tecnología como por la imaginación del fotógrafo.

En este caso Adam Magyar no necesitó más que una escalera a la que subirse para realizar fotografías de gente caminando. A partir de ahí bastaba con ensamblar múltiples instantáneas para hacer una especie de zoom inverso que nos alejara de esos individuos hasta llegar al plano general en el que aparecen diminutos pero forman una muchedumbre. O si queréis una mansedumbre, que es un grupo numeroso de gente, aunque pacífico.

De esa manera pasamos de un anónimo portador de unas cajas con un cuchillo sobre ellas a un grupo de viandantes hasta terminar con lo que aparentemente sería una gran plaza llena de gente. ─[Adam Magyar / Ignant]