La tecnología nos suena a chino

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Los ordenadores y smartphones del gigante asiático inundan los mercados de todo el mundo, mientras Beijing endurece el control sobre Internet y coquetea con grandes firmas occidentales.

Control absoluto

Puede que el control de Lenovo, Huawei o ZTE por parte del régimen chino sea solo una sospecha, pero desde luego es una absoluta certeza en el caso de otras importantes compañías y fabricaciones tecnológicas ‘made in China’. La última se ha dado a conocer hace escasas fechas y responde al nombre de RedPad, destacando así el color que en teoría representa la ideología de la República Popular, que además queda refrendada con el eslogan, situado en su parte posterior, ‘Servir al pueblo’.

Sin embargo, no es a la población china a la que va destinada esta peculiar tableta, desarrollada por la firma Hongpaiyihao, sino a los funcionarios y ejecutivos de las empresas públicas. Y todo ello a pesar de que su precio ronda la friolera de los 1.600 dólares (unos 1.200 euros), que sus fabricantes han justificado por las numerosas ‘aplicaciones’ que incorpora. Sin duda alguna, una curiosa forma de llamar a unas herramientas que sirven para comprobar la validez de las acreditaciones de los periodistas, suscribirse a los periódicos oficiales (por otra parte, los únicos permitidos) o acceder a las últimas decisiones del Gobierno.

Además, la ‘tableta roja’ permite participar en videoconferencias e incluye procesador de textos, presentación de diapositivas, calculadora y agenda, así como juegos de ajedrez y servicio de streaming para poder ver vídeos online, es de suponer que de los desfiles del poderoso Ejército Rojo. Todo ello, sumado a un procesador de doble núcleo NVIDIA Tegra 2 y a la incorporación de Android 3.2 Honeycomb, hace que la RedPad alcance los citados 1.600 dólares, a pesar de que el hardware apenas ronda los 400.

Tampoco hay que olvidar que esta tableta incluye una aplicación para poder usar el servicio de microblogging Weibo, de la firma Sina. Desconocida en el resto del mundo, esta plataforma sustituye a Twitter (entre otras razones, porque este está prohibido en China) y cuenta con más del doble de usuarios, camino de los 300 millones, a pesar de que solo cuenta con dos años de existencia. Tal ha sido su crecimiento que las autoridades chinas han decidido recientemente obligar a los usuarios a utilizar sus nombres reales para poder registrar una cuenta, aumentando así el control.

De hecho, Internet cada vez preocupa más al régimen de Beijing, especialmente desde el inicio de las revueltas de la Primavera Árabe, por lo que el Partido Comunista Chino ha comunicado esta misma semana que fortalecerá el control de las redes sociales (de Sina Weibo, así como de Tencent Weibo o Fanfou), promoviendo “contenido aceptable para China” y “aplicando la ley para castigar severamente la difusión de información perjudicial”. No es de extrañar, por todo ello, que Reporteros sin Fronteros lamentara recientemente la asfixiante censura de la Red en el gigante asiático, que incluye desde el cierre de blogs considerados incómodos hasta el encarcelamiento de los internautas más conflictivos.

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