Las 5 características que comparten los mejores equipos, según Google

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Un estudio de la compañía sobre sus equipos más efectivos saca a la luz que los rasgos más importante son los menos cuantificables.

¿Qué hace a un gran equipo? Que sus habilidades se complementen, que no haya personalidades que choquen, que todos sean los mejores en sus campos… Google quería que sus equipos fuesen lo más perfectos posible, pero quería también saber de primera mano qué era lo que debía buscar para que todo funcionase a la perfección. Para ello lanzó el Project Aristotle y durante dos años estudió a 180 de sus equipos, realizó más de 200 entrevistas y analizó unos 250 atributos.

A primera vista, los resultados no tenían mucho sentido. No había un patrón claro que compartiesen los equipos que mejor funcionaban, algo que apuntase en una dirección. “Teníamos muchos datos, pero no había nada que mostrase que una mezcla de tipos específicos de personalidad o habilidades o backgrounds fuese a marcar la diferencia. La parte “quién” de la ecuación no parecía importar”, aseguraba Abeer Dubey, uno de los responsables de la división de People Analytics en Google al New York Times.

Entonces se fijaron en lo que los psicólogos llaman “normas grupales”, las normas no escritas que regulan las interacciones sociales, cuyo cumplimiento o no puede significar grandes discusiones o facilidad para lograr el acuerdo. Y, aquí sí, aparecieron las respuestas. Según los resultados de la compañía, estos son los 5 rasgos que debe tener un grupo para ser eficiente y funcionar:

1. Seguridad psicológica. Es la dinámica más importante, que parece sencilla pero en realidad no es tan fácil de encontrar. Se trata de que todos los miembros de un grupo se sientan seguros en él, seguros para asumir riesgos, hacer preguntas, proponer ideas. En muchas ocasiones, algunos miembros sienten que hay preguntas que no deben hacer (porque les hará parecer tontos) o ideas que no vale la pena proponer (porque al resto no les parecerá bien, por ejemplo). Esta falta de seguridad de alguno de los miembros es suficiente para que el grupo funcione peor.

2. Fiabilidad. ¿Se fían unos miembros del equipo de otros para poder dividir el trabajo y saber que cada uno hará lo que tenga que hacer, lo hará bien y lo tendrá a tiempo? Si esto no funciona, el equipo será mucho más lento: habrá quien sienta que debe supervisar lo que hacen otros, restando así tiempo a su tiempo de trabajo.

3. Estructura y claridad. ¿Saben todos lo que tienen que hacer, cuáles son los objetivos y qué se espera del grupo y de cada uno de ellos individualmente? Para esto es muy importante el primer punto: si alguien no se ha atrevido a hacer una pregunta aclaratoria, tiene una duda que arrastrará todo el rato.

4. Significado. Parece algo secundario, pero no lo es: como siempre que trabajamos, en los grupos también funciona todo mejor si nos importa lo que hacemos, si creemos personalmente que nuestro trabajo es importante, si nos sentimos implicados más allá del sueldo a fin de mes.

5. Impacto. Muy similar al punto anterior: los miembros del equipo creen que su trabajo es importante, que creará un cambio y tendrá un impacto positivo, tanto en el propio equipo, como en la empresa, como, sobre todo, en la sociedad.

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