Las innovaciones de Google, Facebook y Twitter: pequeños cambios, grandes revoluciones

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Cada vez que uno de estos gigantes del tráfico web modifica alguna prestación o aspecto de su diseño un cisma se produce en Internet.

1-    Nuevos paradigmas

En los últimos tiempos es muy común encontrarse en la Red con un gran número de figuras que se autoproclaman fácilmente y a voz en grito expertos del SEO, SMO, SMO, social media, marketing online, comunicación digital, branding y otros anglicismos. En algunos casos son personas que llevan trabajando años en estos campos de alguna u otra manera y, en otros, simplemente aprovechados que quieren subirse a un carro del éxito del que a menudo nunca se conoce su dirección.

Y es que llegar a ser un “experto” de la Red se torna dificultoso teniendo en cuenta que Internet supone la representación más clara de la mayor propiedad de la tecnología: el cambio. Cuando todo se había dicho, analizado y vaticinado sobre una herramienta, una plataforma o una aplicación, ésta se modifica y deja al paradigma anterior prácticamente sin sentido. Es un modelo que el campo de las TIC hereda de aquella disciplina con la que está íntimamente ligada, la ciencia, y que se produce como efecto directo de la investigación.

Hasta no hace mucho Apple y Microsoft eran los principales instigadores de estos cambios de modelo y, aunque su influencia sigue siendo enorme (más en otros campos como el software o el hardware), Internet tiene otros dueños, que marcan el ritmo y los desacordes. Cada pequeña modificación que estos conductores del tráfico web y compartidores de contenidos realizan, todo cambia.

Si Google, Facebook o Twitter transforman alguna de sus propiedades no sólo recibirán los comentarios, críticas, quejas o aplausos de la mayor parte de sus usuarios. Las rutinas de los trabajos de especialistas del marketing en la Red, expertos en posicionamiento online, anunciantes y empresas centradas en Internet quedarán trastocadas y necesitadas de una buena actualización.

2-    Google, un motor en marcha

Google es un motor que funciona a 1.000 revoluciones. Últimamente no hay semana que la compañía de Mountain View no incorpore una nueva aplicación, funcionalidad o se haga con una nueva tecnología o compañía prometedora.

Google ha conseguido llegar a prácticamente todos los sectores, pero su mayor relevancia sigue estando en su objetivo primigenio: las búsquedas y la recopilación de contenidos. La comunidad de Internet tiende a centralizar sus páginas, blogs y noticias sobre el motor de la gran G a través del Search Engine Optimitation (SEO). Sin embargo no hay que olvidar que, cada cierto tiempo, la compañía cambia las reglas del juego.

Recientemente Google ha introducido Google Instant, lanzando por primera vez lo que se conoce como “búsquedas predictivas”. Al usuario ya no le hace falta tener que teclear una palabra o expresión completa y pinchar en Buscar para obtener unos resultados en la parte inferior. Según el internauta va escribiendo caracteres en la barra de búsquedas obtiene sugerencias de términos, en base a los más consultados o las páginas con más tráfico. La herramienta, de momento, se está probando y sus repercusiones son todavía objeto de discusiones por los especialistas.

No hace tanto que la casa hacía una modificación sustancial en la herramienta. Tras muchos meses de pruebas el pasado junio se activaba la tecnología Google Caffeine ¿Las implicaciones? Fundamentalmente el aumento de la velocidad, proporcionando resultados un 50% más actualizados y la penalización de aquellas webs que tardan más en cargar.

Otra modificación sustancial, aunque con poca relevancia para el posicionamiento web tradicional, ha sido la inclusión de los tweets en las propias búsquedas, fruto de un acuerdo firmado con Twitter a finales de 2009, que supuso el alcance de la rentabilidad para la firma capitaneada por Evan Williams. Las actualizaciones de la red de microblogging aparecen ahora de forma inmediata en el buscador, facilitando la llegada instantánea de cualquier contenido a los primeros resultados del motor de Google.

Echando la vista un poco más atrás, hasta noviembre de 2008, se puede encontrar otra de esas pequeñas ‘bromas’ revolucionarias de Google. La compañía le dio todo el poder al usuario para decidir qué quería que apareciera en sus búsquedas, totalmente personalizables, gracias a SearchWiki. Esta herramienta permitía al usuario editar los resultados, agregando o eliminando elementos e incluso compartiendo esas modificaciones con el resto de la comunidad. Sin duda, un chiste que a muchas empresas y webs no les hizo ni una pizca de gracia.

3-    Facebook nunca los deja conformes

Si alguien sabe de cambios esa es Facebook. En los últimos dos años, con el exponencial crecimiento de la plataforma en usuarios, tráfico y presencia internacional, Mark Zuckerberg y su equipo de ingenieros han puesto patas arriba en varias ocasiones el diseño, las prestaciones y las políticas de la red social.

Se han variado la presentación del muro, la ubicación de las notificaciones, la visualización de la información personal, las menciones a otros usuarios, las opciones de etiquetado y un largo etcétera.

Sin embargo, la privacidad ha sido el aspecto que más ampollas ha levantado en el seno de la compañía. Las modificaciones que la empresa ha llevado a cabo en sus postulados en noviembre y diciembre de 2009, así como en abril de este año, han sido objeto de críticas en todos los sectores, con juicios y demandas en varios países. La tendencia hacia el aperturismo no está gustando nada, pese a que el creador y CEO de Facebook la haya defendido a capa y espada tras poder encontrarse las fotos de su propio perfil expuestas.

Parece que el objetivo de Facebook es el de extenderse lo más posible.  Así, se ha expandido la herramienta Facebook Connect, pensada para que los usuarios de la plataforma social puedan dejar “su huella” en aquellas páginas que visiten, pudiendo loguearse con su identidad en la red social. El peligro es que estas webs de terceros, creadas por cualquiera, pueden obtener la información personal de sus visitantes muy fácilmente.

En esta línea de “dejarse ver” se mueve también el último anuncio importante de Facebook. La gran polémica que ha generado la firma de Mark Zuckerberg en los meses pasados se ha producido por la inclusión de sus características de localización y su integración de servicios como Foursquare o Gowalla. Ambas startups han tenido un gran incremento en el último año, con el auge de los servicios de geolocalización. Sin embargo, para muchos usuarios supone un problema que Facebook pueda indicar su ubicación exacta y la de sus “amigos”. Aunque se trata de una característica opcional, los adeptos a la plataforma lo han vislumbrado como una nueva invasión a su privacidad.

Todas las variaciones que Facebook ha realizado en el último aspecto pueden seguirse en la siguiente infografía.


4-    Twitter, en pruebas

El caso de Twitter es bastante diferente al de las dos compañías anteriores. Desde casi su lanzamiento la firma de microblogging ha mantenido la mayoría de sus aspectos esenciales inalterables, introduciendo pequeñas mejoras que no afectaban a la filosofía original del proyecto.

Su afianzamiento desde 2008 ha llevado a la empresa a plantearse numerosas modificaciones en la plataforma, sobre todo por la necesidad de buscar ingresos y rentabilidad. Se barajaron dos alternativas. En primer lugar, la de incluir publicidad en la página mediante anuncios tradicionales en los laterales o bien incorporándolos como tweets más en la línea de tiempos. Además, Twitter llegó a plantearse que su servicio podría funcionar bajo suscripción.

Ambas opciones fueron desestimadas por la obsesión de la firma de mantenerse fieles a sus principios y aportar el mayor valor a sus usuarios. Según sus creadores, si se incluían anuncios en el TimeLine, se interrumpiría el flujo de información, mientras que si se empezaba a funcionar bajo pago la apertura de Twitter quedaba asesinada. Este esfuerzo vendría recompensado a finales del año pasado, cuando la plataforma firmaba acuerdos millonarios con Bing y Google para incorporar los tweets a sus búsquedas (más tarde vendría Yahoo!), pudiendo así tener más manga ancha para operar libremente sin las presiones de los balances de cuentas.

En las últimas semanas Twitter ha estado probando algunas innovaciones y herramientas para sumar a sus páginas, como la geolocalozación de tweets, las recomendaciones de usuarios o su propio acortador de URL, que han generado los mismos odios que amores, ambos en grandes cantidades. Estas modificaciones parecen forma parte de las pruebas alrededor de la nueva plataforma que está a punto de llegar y ya se puede probar en fase beta.

Con la irrupción del nuevo Twitter muchas cosas cambiarán para los internautas. En su presentación la compañía reconoció que, en parte, se trataba de una estrategia para aumentar el tráfico web de www.twitter.com y no desviarlo hacia páginas de terceros. Esto se da gracias a los acuerdos con algunas firmas audiovisuales por los cuales, la página permitirá visualizar en su área derecha fotos y vídeos. El paradigma tecnológico de este servicio y todo el entramado que le rodea está, por tanto, a punto de dar un paso importante. Además, las miradas están puestas en la estabilidad que tendrá Twitter tras su rediseño. Las brechas de seguridad y las caídas de servicio han supuesto quebraderos de cabeza habituales en los últimos meses para los adeptos particulares y profesionales al servicio de 140 caracteres.

Por otro lado, se espera que en los próximos meses Twitter introduzca por fin sus servicios Premium. No serán cuentas de pago para todos, como se barajó en un principio, sino sólo para algunas empresas que podrán servirse de la herramienta de microblogging para monitorizar clientes, visitas, reputación online, etc. Con esta novedad la firma de Evan Williams dará otro salto cualitativo y se “apropiará” de funciones que ya desarrollan creadores third party.

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