Las redes sociales corporativas, al servicio de la formación

Movilidad

Enrique Aliende, director general de IFO, analiza el papel de redes como Facebook o Xing para impulsar el conocimiento online.

Las redes sociales han cambiado el paradigma y la forma en que los individuos se relacionan, comunican y aprenden. De un tiempo a esta parte, este entramado de redes y sus bondades se han ido trasladando al ámbito corporativo en un intento de beneficiarse de una comunicación entre empleados más fluida, así como del intercambio y de la compartición de conocimiento , que se han constatado como aspectos claves para garantizar el éxito de la compañía en la economía global.

Las Tecnologías de la Información y de las herramientas web 2.0 están favoreciendo la proliferación de estas redes profesionales que se conciben como un nuevo entorno desde el que impulsar el aprendizaje tanto formal como informal de sus empleados.

Estructurados por áreas según las características concretas del negocio, las redes sociales corporativas de aprendizaje pretenden servir como punto de encuentro participativo y colaborativo entre los profesionales de cada temática, al permitirles compartir, intercambiar y construir conocimiento; a la vez que favorecen un proceso formativo continuo.

El destinatario de la formación ya no es un sujeto pasivo en el proceso de diseño de la formación, sino que a partir de ahora actuará proporcionando contenidos y experiencias.

Asimismo, los programas de software que pueden ser empleados para construir las redes sociales corporativas se han extendido y abaratado como es su día sucedió con los campus online. Existen compañías que optan por el uso de redes sociales en Internet del tipo de Facebook o Xing en vez de adaptar programas de software de código libre (open source) para crear sus propias redes. Es evidente de que estas últimas presentan ventajas de cara a la organización de las que adolecen las redes de marca.

Primero, mejoran la imagen de marca así como el sentimiento de pertenencia a la institución y, por consiguiente, favorecen la fidelización de los usuarios; segundo, promueve el networking dentro de la propia red; tercero, permiten la creación de mensajes corporativos y la incorporación de recursos comunes así como una mayor personalización de ambos; y, por último, posibilitan a las empresas obtener una información mucho más amplia de las preferencias, intereses y uso de la red por parte de los usuarios.

Lea también :