Tecnológicas y deporte: Patrocinar en tiempos revueltos

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El fútbol, la Fórmula 1, las motos o el baloncesto se han convertido en los objetos de deseo de las casas de apuestas online, las telecos o los fabricantes de software.

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Algunas firmas tecnológicas españolas también se han sumado a la batalla por patrocinar a los deportistas más pujantes del momento. Así, la red social Tuenti ha decidido unir sus destinos a los del motociclismo, y más concretamente a los de Pol Espargaró.

Si el año pasado Tuenti patrocinó el equipo Bainet Derbi de 125 cc., en el que entonces militaba el joven piloto catalán, esta temporada le ha acompañado a la categoría Moto2 de la mano de la escudería Pons 40 HP Tuenti, compartiendo patrocinio con la emisora de música Los 40 Principales y con la también tecnológica Hewlett-Packard. La razón de esta alianza con Espargaró, según han señalado desde Tuenti, es destacar tanto su juventud como su liderazgo en sus respectivos ámbitos.

Más veterana es la relación que mantienen las compañías de telecomunicaciones y la Fórmula 1. En este sentido, la británica Vodafone se convirtió en patrocinadora oficial de la escudería McLaren en 2007, cuando el español Fernando Alonso compartió volante –y también desencuentros– con el inglés Lewis Hamilton. Esta relación, recientemente renovada hasta el final de 2013, le supone a Vodafone un desembolso anual de 75 millones de dólares (uno de los más caros de la Fórmula 1).

Otra firma que irrumpió en 2006 en el gran circo fue la holandesa Philips, tras diseñar en colaboración con los ingenieros de la escudería Williams un modelo de la maquinilla de afeitar Philishave. A partir del año siguiente, la compañía incrustó sus logos en los monoplazas de la escudería, con el objetivo de destacar su apuesta por la innovación, el diseño y la tecnología.

De hecho, Philips es una de las empresas más veteranas en esto del patrocinio deportivo. Durante muchos años su apuesta se centró exclusivamente en el fútbol, patrocinando el equipo de fútbol más importante de Eindhoven, el PSV, cuyas siglas responden a Philips Sport Vereningin y donde también da nombre a un recinto: el Philips Stadion. En España, un ejemplo parecido lo encontramos en Mallorca, cuyo estadio de fútbol se llamó durante varias temporadas Ono Estadi –anteriormente había sido Son Moix y en la actualidad es el Iberostar Stadium–.