Los errores que hacen que tu startup pierda clientes

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Conseguir clientes es complicado, pero el reto real llega a la hora de mantenerlos.

Conseguir clientes para tu startup no es sencillo: eres nuevo y tienes que conseguir que esas personas o empresas confíen en ti, convencerlos de que efectivamente lograrás darles lo que prometes (y de que lo necesitan). No obstante, conseguir clientes no es la parte más difícil. Lo complicado de verdad es mantenerlos y convertirlos en fieles seguidores de tu marca.

Son muchas las startups que ven cómo, poco tiempo después de conseguir sus primeros clientes y creer que ya están encaminados en la buena dirección, empiezan poco a poco a perderlos. Empresas o usuarios que no renuevan los servicios contratados, que no siguen comprando, que dejan de estar en contacto. ¿Estás haciendo algo mal? Estos errores podrían ser los responsables de la fuga de clientes:

  1. Insistes demasiado. Que alguien ya sea cliente de tu startup no significa que vaya a comprar todo lo que haces y mucho menos que vaya a querer estar recibiendo mails o llamadas de tu parte promocionando cosas nuevas o servicios premium. Asegúrate de que conocen todo lo que ofrecen, pero no insistas demasiado. Podrían cansarse y abandonarte por completo.
  2. Cambias mucho de personal. ¿Cuánta relación tienen tus clientes con el equipo de tu startup? Piensa que si tienes servicios o productos para empresas para los que tu equipo de ventas ha sido clave, cambiar a esos trabajadores puede ser perjudicial: muchos de tus clientes lo son gracias a esas personas que han llegado a conocer y en las que confían. Que se vayan de la startup no es nada bueno.
  3. No ofreces lo que prometiste. Este punto es tan evidente que no habría ni que ponerlo: tus clientes no son tontos y si tras empezar a usar tus servicios ven que lo que reciben a cambio de su dinero deja mucho que desear (y no es lo que la startup prometía), se irán.
  4. Olvidas tus productos o servicios fundacionales. Si ya llevas un tiempo con tu startup, es posible que cuentes ya con más de un producto o servicio que ofrecer a tus clientes. Si tienes una base importante y fiel en uno de tus primeros servicios, no te olvides de ella cuando lances algo nuevo. Cuida siempre con mimo a esos primeros clientes.
  5. Tienes un mal servicio de atención al cliente. ¿Es fácil para tus clientes resolver los problemas que puedan surgir con tu producto o servicio? Asegúrate de que así sea: ofrece formas rápidas de contacto y resolución ágil. Si no es posible, mantén al cliente informado siempre de cómo va el proceso.
  6. No tienes una política de precios realista. Muchas startups empiezan ofreciendo precios muy bajos como estrategia para captar clientes. El problema viene cuando pasa el tiempo y te das cuenta de que esa política no es sostenible, viéndote obligado a subir de precio. A muchos clientes no les gustará ese cambio y se irán, especialmente si lo más atractivo de tu producto era precisamente lo barato que era. Asegúrate de que tienes otras cualidades que atrapen a los clientes.

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