Los jóvenes españoles reducen su consumo televisivo en favor de Internet

Cloud

Según un informe respaldado por la Fundación Telefónica, el tiempo dedicado a la Red es ya superior al empleado en la lectura de prensa diaria.

Los jóvenes españoles tienden a reducir su consumo de televisión en favor de Internet y, en general, el tiempo de consumo de este medio es ya superior al empleado en la lectura de prensa diaria. Son datos del informe “Medios de Comunicación. Tendencias 2006. El año de la Televisión”, que señala que la población internauta es aún menor en España que en otras naciones del centro y del norte de Europa, pero es entre los adolescentes donde menos diferencias se aprecian en las prácticas de acceso a la Red.

La radio es el medio menos afectado por la aparición de las tecnologías digitales; en España permanece sujeto a modelos estables de contenidos y afirma que es un medio con más influencia social que empresarial, que sigue siendo el más asequible para todo tipo de segmentos de población. En el área de la televisión, base de la nueva legislación audiovisual, el informe se refiere al aumento de la competencia, el reparto de la publicidad para más empresas, y la llegada de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y de los contenidos, “que es el que sigue presentando menos novedades”.

Según el estudio, en cuya elaboración han participado un total de 40 profesores y profesionales y está respaldado por la Fundación Telefónica, el negocio de la prensa diaria “evoluciona satisfactoriamente” y ha mejorado de forma constante desde 2001, gracias al incremento de los ingresos publicitarios y no tanto al aumento de la circulación, que se sitúa por debajo de los 100 ejemplares por 1.000 habitantes. El estudio considera que la prensa gratuita no sólo supone un nuevo soporte para los anunciantes, sino una vía para recuperar y mantener los lectores de prensa.

El informe justifica además la figura del Consejo de Medios Audiovisuales como figura para regular el sector, aunque dice que queda por resolver una definición clara del espacio de los emisores públicos y privados y, en el tránsito a la televisión digital, “el desorden de las emisoras locales”.