Niños programadores: ¿necesidad o capricho?

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Varias iniciativas defienden la necesidad de que los niños aprendan programación informática desde muy pequeños. ¿Deberían estos conocimientos ser obligatorios?

Scratch, Code.org y las iniciativas off-system

Las reformas educativas son lentas y dolorosas, por lo que esperar a que la programación se incluya en el programa educativo oficial de los colegios quizá sea tener que esperar demasiado, tanto en España como en la mayoría de los países que no son Estonia. Pero hay iniciativas y cursos fuera del sistema educativo que permiten que los niños puedan acceder a este tipo de conocimientos antes de llegar a la universidad.

Uno de ellos es Scratch, un sistema de programación infantil creado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), que se enseña en cursos específicos en varias universidades españolas, como la de Valladolid, y en colegios de varias comunidades autónomas. ¿Qué niños asisten a estos cursos? ¿Quieren ellos programar o van empujados por sus padres? Belén Palop explica que hay de todo, pero que, según su experiencia, “todos encuentran un tipo de programas que les llama la atención hacer y se provoca el círculo virtuoso que motiva el aprendizaje”.

El otro gran proyecto internacional es Code.org, la organización sin ánimo de lucro que busca por un lado difundir la necesidad que existe de tener más programadores informáticos en el mundo y, por otro, construir una base de datos mundial con todas las escuelas o posibilidades de aprender a programar, ya sean offline o online.

Porque como es lógico es posible también acceder a todos estos conocimientos sin necesidad de que el colegio los ofrezca o exista un curso en la ciudad en la que estemos: en Internet todo está a mano. Varias aplicaciones, en su mayoría de código abierto, se proponen iniciar a los niños en los secretos de la programación: además de Scratch, están también Codeacademy, Khan Academy o CodeHS. Las herramientas y las posibilidades están ahí.

Que cada vez más niños aprendan a programar parece cuestión de tiempo. ¿Deberían todos hacerlo? Aquí todavía no hay acuerdo. Pese a lo del desarrollo de la creatividad y el pensamiento lógico, son también muchos los que no ven que sea algo imprescindible. Uno de ellos es Bill Gates, que prefiere no irse a extremos. “Más niños deberían aprender a programar, pero no diría que debamos imponérselo a todo el mundo”. Quizá el siguiente paso sea el de tomar esa decisión: ¿deben todos los niños aprender o no es necesario? Obligatoria u optativa, ahí está el debate.

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