Segunda vida para cámaras viejunas: fotolámparas

De hecho para conseguir un resultado realmente interesante cuanto más vieja y más trasto sea la cámara que tomes como objeto de la transformación, mejor. E el caso de las imágenes que acompañan estas líneas se ha empleado una pequeña bombilla halógena de 50W pero si decides poner en practica tu propia versión te recomendamos que previamente a tomar una decisión irreversible y potencialmente peligrosa para la integridad de la futura lámpara calibres bien la potencia de la bombilla y el posible efecto del calor que desprenda sobre el objetivo o la cámara donde la instales.

A continuación llegará ese momento híbrido de McGyver y Bricomanía en el que deberás encontrar la forma óptima de colocar la bombilla en su emplazamiento final así como conducir el cable hasta el exterior con elegancia y sin causar demasiados daños a la cámara.

Quién sabe si puedes incluso sacarte algún dinerillo sometiendo cámaras fotográficas viejunas a ese tratamiento puesto que los mencionados Tinker&Taylor venden sus singulares lámparas por casi $400 y eso que han tomado como base viejas Zenit y Praktika de la época de la Segunda Guerra Mundial… bueno, igual eso también tiene algo que ver y no sacas tanto haciéndolo con la Kodak que te regalaron en tu Primera Comunión. No, no te pongas así, el valor sentimental de la materia prima no va a conmover al posible comprador. ─[Not On The High Street / Retro To Go / Imaging Resource]