SGI revela los misterios del espacio

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Desde los orígenes de las estrellas hasta el efecto del clima solar sobre nuestro planeta son analizados con los sistemas de supercomputación de Silicon Graphics.

Las soluciones de almacenamiento, visualización y computación de Silicon Graphics (SGI) son utilizadas por laboratorios de investigación para encontrar respuestas a algunas de las cuestiones más fundamentales de la ciencia. De hecho, entre los trabajos que desarrollan actualmente los científicos se encuentra el reto de desentrañar los misterios de cómo la materia oscura permitió el nacimiento de las estrellas, los sistemas solares y las galaxias hace más de 13.000 millones de años.

“El universo está dominado por dos sustancias no identificadas, la materia oscura y la energía oscura, mientras las mejores mentes científicas y la mejor tecnología de computación están dedicadas a decodificar su función. Avanzar en los estudios astronómicos exige la utilización de enormes recursos; por ello, las tecnologías de computación de altas prestaciones son cruciales para el trabajo que realizamos en el KIPAC”, apunta Roger Blandford, profesor de física de la Universidad de Stanford y director del Instituto Kavli de Cosmología, Astrofísica y Partículas (KIPAC) del Centro Acelerador Lineal de Standford.

En este sentido, el KIPAC confía en un sistema SGI Altix 3000 de 72 procesadores y una solución TP9300 de SGI InfiniteStorage de 10 TB para investigar el nacimiento y la muerte de las primeras estrellas, así como las estrellas de neutrones, la agrupación de galaxias y las colisiones entre galaxias.

Por su parte, Jeremy Broxham, investigador de física de inversión del campo magnético terrestre de la Universidad de Harvard, ha destacado que “con los sistemas de Silicon Graphics podemos estudiar el entorno de las naves espaciales e incluso de aviones de pasajeros volando a grandes altitudes”.

Con todo, a través de un nuevo sistema Altix de SGI de 64 procesadores, el equipo de investigadores de Broxham pretende clarificar cómo el cambio de los campos polares magnéticos terrestres, que tienen lugar cada pocos miles de siglos y duran entre 5.000 y 10.000 años, puede afectar a la navegación de artefactos aéreos al exponer a radiación a personas e instrumentos a altitudes elevadas.

“Cuanto más sepamos acerca de cómo se produce este fenómeno mejor podremos proteger a la Tierra de la radiación cósmica. Es más, con las soluciones Silicon Graphics trabajamos de 20 a 40 veces más deprisa que con nuestro servidor Unix anterior”.