Si tienes las malas pulgas de Lobezno, ¿Por qué no también sus garras?

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Y no creáis que no se lo ha trabajado el chaval. Estas garras son algo un poco más sofisticado que atarse con esparadrapo unos cuchillos de cocina entre los nudillos. Nuestro protagonista acudió a una casa de segunda mano para comprar unos 3 pares de patines de hielo, desmontó las cuchillas y las trabajó para adaptarlas a sus manos, ahora instrumentos peligrosos y temibles.

En la página de Instructables encontraréis detallado todo el proceso de fabricación, que básicamente se resume en amoldar las cuchillas al diseño deseado y soldarlas a una especie de mango o empuñadura a la medida exacta de las manos, para que las garras queden perfectamente situadas entre los nudillos. Después solo queda pulir y limpiar las soldaduras, y afilar bien las cuchillas.

Evidentemente estas garras no son retráctiles como las de Lobezno, ni tiene la dureza del adamantium, pero las cuchillas de unos patines de hielo no son ninguna tontería y bien afiladas pueden resultar una arma muy peligrosa. Lo sé, es verdad, el chavalín no da mucho la talla de superhéroe ¿Tendrá edad legal para fumarse ese purito?, pero cualquiera se mete con él, no sea que se enfade y te deje unos surcos bien marcados en la cara. ─ [Geekologie e Instructables]

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Autor: Doleo