Snapchat consigue 485 millones de dólares de financiación
Cuando se hablaba de una valoración en torno a los 10.000 millones de dólares para Snapchat, resultaba extraño que las rondas de financiación tuvieran datos contradictorios que no superaban los 100 millones de dólares. Ahora se sabe que podrían ser 485 millones en realidad.
Según un documento entregado ayer en el último momento en la SEC de EEUU, Snapchat habría conseguido 485 millones de dólares en su última ronda de financiación, en la que han participado 23 inversores. La confusión sobre la cuantía de la financiación se ha debido a las variaciones que ha hecho Snapchat en los objetivos de la misma, ya que en un principio era de 40 millones, lo subieron luego a 900 y por último lo dejaron en 500.
La razón de estos cambios fue que, en un principio, la demanda fue mucho mayor de la esperada, pero el objetivo de 900 millones fue demasiado sobredimensionado para la oferta real y tuvieron que rebajarlo. Como se ha descubierto con varios correos filtrados con el robo de datos a Sony, Snapchat ha realizado varias compras que intenta mantener en la sombra, lo que muestra que quieren llevar sus planes en secreto para no perjudicar uno de sus mayores activos, la más pura especulación.
Si bien la valoración de 10.000 millones de dólares era algo casi seguro, estos nuevos datos podrían situarla incluso en los 20.000 millones, nada mal para una aplicación que no cumple con lo que promete y ha estado llena de vulnerabilidades. De hecho, una fuente estima que Snapchat gasta 30 millones de dólares al mes. De ellos, 3 millones serían únicamente para gastos legales, de los cuales muchos han sido para resolver problemas con antiguos socios y colaboradores.
Hay muchas esperanzas en que los sistemas de monetización que Snapchat está desarrollando, vayan a generar una fuente importante de ingresos, para que los inversores obtengan importantes beneficios cuanto antes. Pero también es cierto que los problemas y polémicas se agolpan a su puerta y termine convirtiéndose en una enorme fracaso que podría marcar la explosión de la nueva burbuja tecnológica.