ST-Ericsson ponen fin a su joint venture y despide a 1.600 empleados

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Creada en 2009, ST-Ericsson, una sociedad conjunta entre STMicro y Ericsson, dejó de ser rentable cuando su principal cliente, Nokia, perdió terreno a favor de otros rivales.

El fabricante de chips ST-Ericsson, una joint venture entre STMicro y Ericsson, ha anunciado su disolución y decidido tomar el control de algunas partes del negocio, incluido los módems LTE y los procesadores de aplicaciones, y cerrar o vender el resto.

Con el paso del tiempo la cuota de mercado de la sociedad conjunta se había ido reduciendo a favor de rivales de la talla de Intel, Nvidia o Texas Instrument, que han tenido más éxito en llevar sus desarrollos al terreno de los dispositivos móviles.

El hecho de que Nokia haya perdido terreno a favor de Apple o Samsung ha hecho que los pedidos a ST-Ericsson se hayan reducido. Desde su creación en 2009, la participación de Ericsson en las pérdidas fue de 2.800 millones de dólares.

ST-Ericsson se formó a partir de la división de semiconductores de ST-Micro y de la plataforma móvil de Ericsson. Al dividirse, Ericsson se hará cargo del diseño, desarrollo y ventas de los módems LTE multimodo. Mientras, STMicroelectronics, se quedará con la parte de los procesadores de aplicaciones y alguna cosa más que aún está por decidir.

Además de los módems y procesadores de aplicaciones, la oferta de ST-Ericsson también incluye componentes para la gestión de energía. La compañía está intentando encontrar comprador para su negocio de conectividad, que incluye chipsets WiFi y que tiene unos 200 empleados en todo el mundo.

Carlo Bozotti, CEO de ST-Ericsson ha dicho que se han estado estudiando todos los escenarios posibles, incluido el que se ha anunciado. Un escenario que supone el despido de 1.600 empleados que ninguna de las dos compañías quiere, explica la sociedad conjunta en un comunicado. Ericsson planea retener a 1.800 empleados, la mayoría localizados en Suecia, Alemania, India y China, mientras que STMicro se quedará con unos 950 empleados, que básicamente están en Francia e Italia.

Los costes del cierre y la reestructuración será de entre 350 millones y 450 millones de dólares, menos de los 500 millones que se calcularon el pasado mes de enero. Ericsson ha explicado que se reservaron 516 millones de dólares en 2012 para pagar estos movimientos.

Hans Vestberg, CEO de Ericsson, ha dicho que la disolución de la sociedad conjunta es un paso hacia la rentabilidad. La compañía espera completer la transferencia de los productos y empleados de ST-Ericsson durante el tercer trimestre del año.

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