Las compañías tecnológicas, sobre todo las nórdicas y de EEUU, empiezan a aceptar que sus trabajadores utilicen sus propios dispositivos móviles para asuntos personales y profesionales.
Las compañías tecnológicas, sobre todo las nórdicas y de EEUU, empiezan a aceptar que sus trabajadores utilicen sus propios dispositivos móviles para asuntos personales y profesionales.