Tecnología y Sanidad, de la mano hacia la sostenibilidad

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Dispositivos tecnológicos, aplicaciones móviles y programas informáticos revolucionan las estrategias de los sistemas sanitarios. No sólo mejoran la adherencia de los pacientes a los tratamientos, sino que reducen el gasto y aumentan la calidad de vida.

Disminuye el gasto sanitario, ayuda al autocuidado del paciente y aumenta su calidad de vida. La inmersión de las nuevas tecnologías en las estrategias del Sistema Nacional de Salud, o telemedicina, conlleva múltiples beneficios. El sistema sanitario, a pesar del progreso tecnológico, continúa siendo mayoritariamente presencial. En España, su modelo asistencial ha cambiado poco en los últimos 30 años. Además de una importante labor preventiva, la integración de la tecnología en los tratamientos médicos mejora la adherencia de los pacientes y evita hospitalizaciones innecesarias.

La Sanidad se tambalea, en busca de un rumbo fijo. Los médicos, desbordados de trabajo, muchas veces se ven incapaces de ofrecer la calidad asistencial que quisieran. Según David Labajo, gerente de Marketing y Desarrollo de Negocio de eHealth de Telefónica, “el 80% de las consultas no necesitan la presencia física de profesionales y pacientes. Gracias a la telemedicina, pueden resolverse de forma más eficiente y con mayor calidad. Así, se mejora la productividad de los sanitarios y se provee a los ciudadanos de una prestación más intensa y completa, con los mismos recursos actuales”.

El sistema sanitario debe ser sostenible y la tecnología contribuye a lograrlo. Angels Costa, del departamento de Relaciones Institucionales de Novartis -compañía de la industria farmacéutica- asegura que las herramientas tecnológicas apoyarán la necesaria transformación. “Su papel es fundamental, sobre todo en el abordaje de los enfermos crónicos, que podrán controlarse desde casa. Suponen un apoyo motivacional y educacional, aunque deben usarse con cabeza. Si se hace de manera indiscriminada, pueden encarecer la Sanidad. Aun así, la supervisión de los profesionales a distancia resulta muy importante”.

La rehabilitación constituye un claro ejemplo del nuevo paradigma. Servicios sobresaturados, infernales listas de espera y continuos desplazamientos colman la paciencia de los pacientes. “La telerehabilitación se posiciona como una solución magnífica para dar respuesta a estos problemas. Implanta nuevos modelos de trabajo, donde el paciente realiza parte de su terapia de rehabilitación en la clínica y parte en su propio hogar”, destaca Labajo.

Adaptarse a los nuevos tiempos es el objetivo. El hospital del futuro reducirá la atención presencial, que quedará relegada a pacientes con agudizaciones. Existen evidencias de que la telemedicina mejora el control y la salud. Las nuevas técnicas incluso pueden ser más económicas que las tradicionales. Sin embargo, “se están encontrando con algunas dificultades. Falta valentía. Se han hecho tantos experimentos que hay resultados positivos y negativos. Hay que aprender de las experiencias negativas y no usarlas como una barrera”, afirma Costa. Y añade que “las tecnologías no son para todos los pacientes. Debemos racionalizar donde se utilizan. Ayudarán a la sostenibilidad del sistema sanitario, pese a que algunos se empeñen en dinamitarla”.

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