Tecnologías a distancia

Movilidad

La falta de recursos en el sector español, combinada con inversiones públicas no del todo eficaces, nos aleja del arquetipo tecnológico mundial.

Las Nuevas Tecnologías deben pisar el acelerador, según subrayan responsables de las telecomunicaciones españolas, si queremos mantenernos al nivel de Europa. Nada nuevo, por cierto, aunque sí resulta significativa la mención del “tren a dos velocidades” en el que se encuentra el modelo tecnológico actual.

España no avanza al mismo ritmo que el resto de nuestros vecinos europeos y, si la circunstancia no fuera suficientemente inquietante, la potencia latente en el sector de naciones emergentes como China e India, a las que se añade el protagonismo indiscutible de Estados Unidos o Japón, marcan el “más difícil todavía” para el tejido corporativo del país en el que nos encontramos.

La Administración se encarga de hacer todo lo que puede al respecto, incrementar el presupuesto TI en un 20 por ciento pero, aún así, los mismos mandatarios aseguran que la medida no ofrece la viabilidad deseada. Es más, que estamos obligados a desarrollar nuevas herramientas y soluciones y que, con los recursos que gestionamos a día de hoy, no tenemos ni para empezar.

Por lo visto, el esfuerzo al que España debe enfrentarse para seguir el compás del resto del mundo es digno de titanes y, dado que el Estado se queda corto en prestar el apoyo logístico necesario, Comunidades Autónomas y entidades locales deben alinear estrategias y progresar al unísono.

Si la dinámica a poner en marcha va a ser más difícil que lo que parece, nada que añadir en cuanto a resultados a corto plazo: nos queda mucho por recorrer en el camino de las tecnologías y en el de la coordinación con la que debemos abordarlo.

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