Vuelve el clásico Pong, está vez en versión pizarra (o bizarrra o wiizarra, lo que prefieras)

Quizá este entretenimiento no sea tan rápido y suponga tanta acción como enfrentarse al RoboPong pero tiene una gran ventaja: su limpieza. De hecho para jugar, hay que estar todo el rato borrando un creando nuestra una nueva “raqueta digital”. Como vemos los palitos se han sustituido por dos rotuladores y la bolita por un punto de luz. De todas maneras no hay duda de que este uso es mucho más útil que las clásicas tonterías de cursos de empresa que suelen escribirse en pizarras de este tipo. Además del vídeo y de comentaros que es una demostración en vivo de “un motor de la física basada en un entorno de la vida real” no tenemos ni repajolera idea de cómo puede llegar a funcionar este artilugio. — Alberto Payo [Electronicmiracles]