Wall Street ya no quiere a Apple

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Las acciones de Cupertino continúan cayendo en picado (esta semana bajaron de los 400 dólares por primera vez desde 2011) por rumores de pocas ventas y pérdida de confianza en su capacidad de innovación.

La relación entre Apple y Wall Street alcanzó su punto álgido el pasado mes de septiembre, superando los 700 dólares por acción, pero desde entonces todo ha ido cuesta abajo. Al principio parecía que era solo por lo poco que sorprendió el iPhone 5 y por, sobre todo, el escándalo que desencadenó el fiasco de la app de mapas de iOS 6. Todo el mundo confiaba en una remontada una vez pasado el bache, pero no fue así. Desde el 18 de septiembre, es decir, en siete meses, las acciones de Apple han caído casi un 40%. ¿Por qué?

El derrumbe de esta semana, cuando el valor de los títulos bajó de los 400 dólares por primera vez desde 2011, es un buen ejemplo para entender la situación. Los culpables de esta última venta masiva de acciones fueron Cirrus Logic, proveedor de componentes de audio para iPhone que basa casi todo su negocio en su relación con Apple. La firma aseguró esta semana que cree que sus próximos resultados financieros estarán bastante por debajo de las previsiones y las expectativas de los analistas. Pánico en Wall Street.

Si Cirrus Logic va a tener menos ingresos y beneficios, argumentan los analistas e inversores de Apple, es porque Cupertino no les está haciendo suficientes encargos. Si no hacen suficientes encargos, es porque no están logrando vender iPhones al ritmo esperado. La lógica es aplastante y el argumento el único que vale en Wall Street. A Apple no se le concede el beneficio de la duda: el miedo y la desconfianza parecen ser la nueva norma.

¿Dónde está el producto revolucionario?

La caída de ingresos de Cirrus Logic podría tener otra explicación: que Apple hubiese cambiado de proveedor, algo que podría haber pasado sin que nadie se enterase debido al secretismo con el que siempre opera la compañía. Pero esa especulación, ese voto de confianza, no vale en Wall Street y sobre todo no vale ya con Apple. Los inversores están cansados, aburridos y desconfiados.

¿Qué ha pasado para que el parqué pierda la ilusión y el cariño que sentía hace unos meses por Apple? Muchas cosas que se resumen en una sola: no ha pasado nada. En lo que va de año, Apple no ha presentado ningún producto nuevo y los últimos que presentaron, en 2012, no sorprendieron a nadie. Sí, el iPad mini era algo más o menos nuevo, pero ya todo el mundo sabía que iba a ser lanzado y no deja de ser un tablet más pequeño.

Las perspectivas de nuevos productos, además, son lejanas: según los últimos rumores, habrá que esperar hasta el verano o incluso el otoño para ver algo nuevo por parte de Apple. Un nuevo iPhone, un nuevo iPad… ¿y la revolución? La revolución se sigue esperando, los rumores sobre Apple todavía no han muerto (cuando desaparezca esa rumorología será cuando Cupertino haya dejado de ser definitivamente cool), todo el mundo cree que el iWatch va a revolucionar el mercado y se sigue soñando con una iTV que además se controlará con un anillo. Pero la espera está siendo demasiado larga.

Por último está el inevitable pensamiento de fondo, eso que nadie quiere decir pero muchos piensan. Tim Cook está haciendo las cosas bastante bien, pero no tiene magia. “Con Steve Jobs esto no habría pasado”, piensa el inversor. Y se deshace de algunas de sus acciones de Apple.

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