¿Nunca has jugado a estrategia en tiempo real?

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Si tu respuesta a la pregunta es negativa no te preocupes. Aquí te vamos a ofrecer todas las claves para que te introduzcas en este mundo que cada día cuenta con más adeptos.

Para comenzar, nada mejor que acercarnos a la definición de los juegos de estrategia en tiempo real.

La característica principal de este tipo de juegos es el paso del tiempo. Todos conocemos como son los juegos de estrategia, y aunque no sea así, todos hemos visto alguna partida de ajedrez. Pues bien, imaginaos un ajedrez en el que no hubiera que esperar tu turno para mover ficha. Lógicamente quien más rápido moviese vencería. Pues bien, en este tipo de juegos el tiempo no se detiene al final de un movimiento sino que los contrincantes (sea el ordenador u otras personas) realizan sus movimientos en cualquier momento y sin previo aviso. Es decir, el que más rápido actúa tiene más probabilidades de vencer.

Pero claro, no sólo el tiempo, es exclusivamente trascendente a la hora de vencer. La precisión de los movimientos y acciones es también otra cuestión que debe ser tomada en cuenta. Sin embargo, y al igual que en el ajedrez la estrategia debe ir modificándose según se va desarrollando la partida ya que los enemigos no suelen ser tan estáticos como el caballo, el rey y el resto de fichas del antiquísimo juego.

Además todos ellos tienen un componente bélico importante. Contamos con unidades militares con determinadas características que debemos saber utilizar en cada momento.

A partir de aquí las combinaciones posibles sólo se atienen a la imaginación de los creadores. Tenemos aventuras de corte sci-fi como la saga de Dune o los Command and Conquer (algunas de las versiones), también contamos con juegos de estilo histórico en el que la partida está relacionada con episodios reales y en el que no sólo el combate es el medio de victoria, sino que el aprovechamiento de los recursos es igual de importaste, por poner algunos ejemplos.

Los escenarios son de lo más variopinto: la Roma imperial, las Cruzadas, la Edad Media, la Segunda Guerra Mundial,… y a medida que los ordenadores han ido creciendo en capacidad, el grado de detalle y la Inteligencia Artificial de algunos de ellos ha ido mejorando.

Crear y destruir

Los juegos de estrategia en tiempo real han adquirido una complejidad importante en los últimos tiempos. En un principio el factor de victoria militar era el principal. Sin embargo, con el crecimiento de los ordenadores los juegos se diversificaron y aunque todavía hay juegos puramente bélicos, lo cierto es que los que más éxito tienen son aquellos que permiten diversificar las acciones más allá de lo puramente militar.

Buen ejemplo de ellos son títulos como Age of Empires, Galactic Battlegrounds, Dune, Command and Conquer, Stronghold Crusader, Warcraft o Empire Earth.

En todos ellos encarnamos una fuerza compuesta por tres tipos de unidades: militares, civiles/recolectores y edificios. Poco hay que decir de las unidades militares y sus funciones. Los civiles se dedican a recoger materias y a la construcción de edificios, que a su vez permiten mejorar las características tanto de civiles, como militares, como de los propios edificios. Lógicamente, la distribución de las materias no es infinita y suele forzar a los jugadores a decantarse por un tipo u otro de tecnología a desarrollar, en función de la misión que se debe completar.

Por ejemplo, en Galactic Battlegrounds, juego inspirado en los mundos de La Guerra de las Galaxias, se puede comenzar un juego llevando a la Alianza Rebelde. Con ese equipo nuestros civiles son robots del estilo R2D2 que podemos destinarlo a recoger cada una de las cuatro materias que se encuentran dispersas por los mundos generados: Carbón, Alimentos, Nova cristales y Mineral. La combinación de estas distintas materias permite crear edificios (los robots son los encargados de crearlos) como los cuarteles, para crear tropas de tierra, torres de vigilancia, centros de investigación,…

Pero un elemento que distingue realmente unos juegos de otros es la Inteligencia Artificial. Los juegos más avanzados son capaces de aprender de nuestras tácticas para sorprendernos con otro tipo de ataques y forzarnos a ir modificando nuestra actuación.

Además hay juegos cuyo argumento merece la pena de por sí. Juegos como Warcraft recrean historias de fantasía de gran calidad, mientras que otros como Age of Kings narran los episodios más apasionantes de las guerras medievales de distintas zonas.

Con esto ya te puedes lanzar a la vorágine de los juegos de estrategia en tiempo real. Y cuando logres ser un maestro, atrévete a jugar en red. Ahí está el futuro.

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