10 startups que buscan hacer más fácil vivir con alguna discapacidad

EmpresasStartups

En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, repasamos algunas startups que usan la tecnología y la innovación para responder a las necesidades del colectivo.

Todos los 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, destinada a fomentar que la sociedad en general entienda mejor qué son las discapacidades y qué implican; además de a promover la dignidad, los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad y fomentar su integración en todos los aspectos de la sociedad. En todo esto la tecnología y la innovación pueden ayudar mucho –y lo hacen– por lo que no es de extrañar que cada vez haya más startups con las necesidades de los usuarios con distintos tipos de discapacidades como centro.

Se trata principalmente de eliminar obstáculos y barreras que, aunque puedan ser invisibles o inexistentes para la mayoría de la gente, a muchas personas les impiden llevar una vida normal. Por ejemplo: en el caso de las personas con movilidad reducida, quizá no esté en manos de una startup hacer que todo el mundo sea de pronto accesible, pero sí localizar los lugares adaptados. Es lo que hacen startups como la española 00 Limits (centrada en España) o la irlandesa Access Earth: crear un directorio con los hoteles, restaurantes, museos, tiendas, etc. que son accesibles; especificando el tipo de accesibilidad –podrían no tener escaleras, que a mucha gente ya le facilita el acceso, pero tener puertas demasiado estrechas para una silla de ruedas, por ejemplo–. En ambos casos la idea es que sean los propios usuarios los que vayan introduciendo la información (una especie de TripAdvisor), ya que que un establecimiento se autoproclame accesible no siempre es fiable.

De la economía colaborativa tira también la francesa Wheeliz: un Uber especializado en los vehículos adaptados para sillas de ruedas. Explorar una nueva ciudad no siempre es sencillo para alguien en silla de ruedas debido en parte a que el transporte público no siempre está adaptado y a que encontrar un taxi adaptado no es fácil. Esta app junta a particulares con vehículo adaptado y a personas que necesiten un viaje.

La inteligencia artificial es otro campo en el que también se están logrando muchos avances que pueden facilitarnos la vida a todos, personas con algún tipo de discapacidad incluidas. Los sistemas de reconocimiento de imágenes pueden ayudar a personas ciegas o con algún tipo de deficiencia visual a «ver» el mundo que tienen a su alrededor: Aipoly reconoce a través de la cámara cualquier objeto al que se apunte y comunica a través de sonido de qué se trata (buscan, en un futuro, llegar a poder describir escenas). Hay también apps para personas con problemas auditivos, como uSound, que quieren sustituir a los (caros) audífonos; y startups como visualfy que, con productos como su Deaf Smart Space, traducen los eventos sonoros de una casa (suena el timbre, pita el horno, etc.) a alertas visuales en el móvil.

La integración laboral es otro de los campos en los que muchas startups están poniendo su granito de arena.  En España, Disismore es un “Infojobs para personas con discapacidad”, que busca poner en contacto a candidatos y a empresas y agilizar el proceso de contratación. Introduce además la figura del orientador laboral para hacer que la integración sea lo más fluida posible y se centra en las necesidades de las empresas: al fin y al cabo, si estas están contentas con sus trabajadores con discapacidad, poco a poco irá desapareciendo el prejuicio o las reservas.

Hay discapacidades de muchos tipos –no siempre visibles o evidentes y no siempre físicas–, que afectan a las personas de formas muy diferentes. Según el estudio Eurostat 2015 sobre Limitaciones en las Actividades Habituales, el 24,8% de los españoles considera que tiene alguna limitación para desarrollar sus actividades diarias por problemas de salud (a veces discapacidades reconocidas y registradas como tal, pero muchas otras veces problemas que, aunque no lleguen a ese 33% necesario, sí limitan). El porcentaje es lo suficientemente alto como para que dedicar una startup a eliminar o reducir esas barreras no solo sea «una buena acción social», sino también un negocio rentable. 

[nggallery template=nme images=40 id=180]

Lea también :
Leer la biografía del autor  Ocultar la biografía del autor