La carcasa es de acero inoxidable resistente a los rayones y “teóricamente” a golpes relativamente normales. Cuenta con conexión USB 3.0 y retrocompatibilidad con 2.0, además de un botón para realizar un backup automático de su contenido y un, probablemente bastante molesto, LED azul para indicar la transferencia de datos.
Mide 117 x 79 x 8,9 mm, nada mal para tener 500GB, y pesa tan sólo 164 g. Unas cifras que están bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta que sólo cuesta 90 dólares y que incorpora un cable USB 3.0.
Ya hemos visto varios smartphones Android capaces de darle la suficiente energía a través de USB Host a discos duros externos de 2,5. ¿Serán capaces de hacer que éste también funcione? ¿Y una Raspberry Pi? Las cosas se están poniendo cada vez más interesantes. [SlashGear]
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