Almacena en la nube tus libros y discos no virtuales
Antes te decían lo de “estás en las nubes” y era casi un insulto, pero ahora la última moda es precisamente lo de estar “en la nube”.
Es curioso cómo el paso del plural al singular deviene en progreso tecnológico, pero almacenamos nuestros correos en Gmail, vemos los videos en YouTube, las fotos en los álbumes de Flickr y escuchamos la música en Spotify. Cada vez más usuarios cambian discos repletos de gigas de información en su casa por un servidor remoto donde están alojados nuestros datos.
Pero en casa seguimos teniendo libros, discos y películas “físicas”, no virtuales, y nadie dijo que no pudiésemos tenerlos también “en la nube”. ¿Deseas saber más?
Una cosa tan simple como una balda en forma de nubecica blanca, una pared de tu salón pintada de azul celeste y cultura y recuerdos flotando sostenidos sobre etéreas nubes.
Es la forma más sencilla y decorativa de tener tu música, tu literatura, tus pelis, tus recuerdos… en la nube y además con una grandísima ventaja sobre quien guarda esos mismos contenidos en la nube virtual: a ti no te afectará un apagón, un fallo en el proveedor de acceso a Internet o un virus informático.
Se llama Hylla Cumulus, y nunca te mojará el suelo del salón con su inesperada lluvia. ─Antonio Rentero [Design Torget]