Apagar la cámara en las reuniones de Zoom reduce la huella de carbono significativamente

Si estás saturado/a de tener reuniones mediante videollamada -porque son tu pan de cada día- ahora tienes una excusa bien fundamentada para hacerlas algo más llevaderas.

Ya puedes apagar la webcam sin que nadie te tache de no prestar atención o de ser antisocial. Existe una buena excusa para que te ‘vayas a negro’ en los meetings: la medioambiental.

Un estudio indica que dejar la cámara apagada en una videoconferencia reduce la huella de carbono hasta en un 96%.

Los números provienen de un informe de 2021 realizado por investigadores de la Universidad de Purdue, la Universidad de Yale y el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Un informe de la huella de carbono de Mozilla Advocacy lo ha sacado a la luz recientemente.

Una hora de videoconferencia o streaming se traduciría en una emisión de 150 a 1.500 gramos de dióxido de carbono (el equivalente al 11% de las emisiones de un galón de gasolina. También requiere entre 2 y 12 litros de agua.

Un ahorro enorme

Teniendo en cuenta que Zoom acoge 3,3 billones de minutos de reuniones o 55.000 millones de horas cada año, el ahorro al apagar la cámara podría ser significativo.

Aunque solo una cuarta parte de esos eventos fueran de audio, se podrían alcanzar los 141.000 millones de euros de ahorro.

Obviamente, las videollamadas no son las únicas fórmulas de comunicación o interacción que generan una huella de carbono.

En este momento la palma se la llevarían las herramientas de IA generativas. ChatGPT sería, de lejos, el servicio con mayor impacto en el medio ambiente. Se estima que en 2022 creó 502 toneladas métrica de CO2, según recoge un informe de Stanford.