Aparte del sello de lacre, el material de la carcasa del pendrive es porcelana, para dar más según ellos dar más hincapié en la idea de que nuestros documentos son algo frágil, haciendo que se casque con más facilidad.
Sí, está curioso y queda muy chulo, pero enviar documentos con un pendrive sellado con lacre es “un poquito” menos efectivo que un simple email encriptado.
Sea como sea, dar rienda suelta a tu pedantería documental te costará 35 euros en su versión simple de 2 GB, si quieres pasar a 4 GB u 8 GB aumentará respectivamente en 5 o 10 euros. Además si quieres que te lo “personalicen”, es decir, que puedas elegir color de lacre y una letra floritureada de sello, tendrás que pagar otros 6,5 euros más.
Aunque la verdad, ya que se ponían, lo suyo era que el sello estuviera en un anillo y que el pendrive estuviera envejecido junto con alguna mancha de sangre, un sistema para soltar polvo cada vez que lo abrieras y un fotosensor que no desencriptara los datos a no ser que usaras velas como iluminación. [TopSecretUSB]
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