Aunque tranquilo, por tu seguridad el cohete es transparente, no vaya a ser que tonteando en la calle te confunda algún satélite espía, y te conviertas en un daño colateral de un bombardeo preventivo estadounidense.
Su funcionamiento es muy sencillo, basta con cargar el cohete con 0,6 L de agua y luego utilizar una bomba de aire para ponerlo a presión. Al pulsar el gatillo se libera el seguro del “cohete” y sale disparado gracias a la propulsión a chorro.
Según su fabricante, la empresa japonesa Maruda, tiene una potencia tal que disparándolo con un angulo de 35º llega a una distancia de 35 metros. Vale que no es mucho, pero tampoco quieres terminar asesinando a alguien a base de botellazos.
Ahora sí, esta réplica no es que sea precisamente barata. Cuesta 295 euros, cantidad suficiente para que sin ni siquiera dispararla ya te produzca dolor y falta de sensiblidad en los miembros que posiblemente deberás amputarte para poder pagarla.
La solución está en las tradicionales botellas de refresco usando cinta aislante como estabilizadores. Quizás no quede tan bonico, pero es igual o incluso más efectivo y atemorizante. [LikeCool]
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