Bol de cereales para esos días en que te sientes muy "perro"
Puede ser la excusa perfecta para ahorrarte la cuchara.
Directamente metes el hocico la boca dentro del bol y te pegas un atracón de cereales y leche con el que nadie podrá decir que has pasado más hambre que el perro de un ciego o el perro del afilador, que se comía las chispas para comer caliente.
Además permite usarlo en el microondas para calentar la leche y que no pases más frío que un perro chico. Cuando termines lo puedes meter en el lavavajillas. Y viene fenomenal para aparentar ser un tipo duro cuando quieras impresionar a un ligue. Pero luego no te quejes si no la vuelves a ver.
Ahora podrás decir con más fundamento lo de qué vida más perra. ─[Find my a gift]
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