“Un dolor de espalda nos impulsó a crear Bucmi”

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Bucmi es la primera agenda online compartida entre negocios y sus clientes y una de las start-ups que forma parte de la segunda generación española de Wayra.

Ir a la academia Wayra en agosto es como pisar una facultad universitaria en vacaciones. Espacios de trabajo vacíos, pocos “alumnos” y la sensación de que algo grande se ha cocido y se puede cocer en esos pasillos ahora tan solitarios. De la primera hornada de start-ups españolas de la incubadora de Telefónica apenas queda huella. La mayoría ha recogido sus bártulos y han comenzado a buscar un hueco sin el amparo paterno de Telefónica. La segunda generación, que empezará el curso en septiembre, apenas aparece por allí. Bucmi es una excepción y se deja caer de vez en cuando por el espacio de co-working.

Hemos quedado allí con Pablo Lago y Diego García, CEO y director comercial respectivamente de Bucmi, una start-up que pretende revolucionar el negocio de las reservas online y a través del móvil y que se creó en mayo de 2011. Para Pablo, Wayra será como un posgrado. Esto de emprender no le resulta nuevo. Nos comenta que lleva casi una década poniendo en marcha empresas de e-commerce. Así, fue uno de los fundadores de Pepecar y la OMV PepePhone. De hecho, fue quien diseñó su reconocible identidad visual corporativa ¿Recordáis a Pepe, esa especie de amalgam de Lolailo y Travolta en Fiebre del Sábado Noche?

– ¿Cómo surgió la idea de Bucmi?

-(Pablo) La idea fue de un socio nuestro, de Paco. Estaba de vacaciones en Madrid y tenía un dolor de espalda enorme, pero su fisio no trabajaba porque estaba de vacaciones también. Intentó cogerle hora y no pudo y a partir de ahí pensó: “¿Por qué es tan difícil reservar hora con un fisio en Internet? Paco se puso en contacto conmigo para comentarme la idea, pero no le hice mucho caso hasta un mes después. Entonces empezamos a madurar la idea y prácticamente en el mismo día empezamos a funcionar. Lo primero que hicimos fue comenzar a diseñar el producto. La verdad es que lo que creamos entonces no difiere tanto de lo que hoy es Bucmi.

– ¿Para qué serviría Bucmi? ¿Qué tipo de público perseguís? Hacednos un pequeño pitch.

– (Pablo) Bucmi es una agenda online compartida entre sus profesionales y sus clientes. A los primeros les permite consultar sus citas en Internet desde cualquier sitio y hora o mostrar su disponibilidad y a sus clientes, reservar cita en la Red, sin tener que llamar. Ahora mismo funcionamos solo para web, como un widget que cualquiera puede añadir a su página, pero en unos meses lanzaremos aplicaciones para Android e iPhone.

– ¿Cómo se compone la plantilla de Bucmi? ¿Cuántos sois?

– (Pablo) Actualmente hay unas 9 personas trabajando directa o indirectamente para la firma. Tenemos 3 ingenieros a tiempo completo y uno a tiempo parcial, 2 comerciales, una persona que lleva la comunicación, un COO, yo mismo…

– No podemos dejar de plantearos la clásica cuestión que interesaría a un inversor: ¿Qué modelo de negocio tenéis?

– (Pablo) Somos intermediarios entre los profesionales y sus clientes. Cobramos un 3% de cada venta online que se produce. Funcionamos como pasarela de pago, con lo cual nosotros somos los que cobramos ese servicio de antemano. Lo que hacemos es liquidar a final de mes la facturación en Internet de la compañía asociada y le restamos nuestra comisión.

(Diego) Hay un factor muy importante. Creo que solo nosotros damos este servicio. Se haga el servicio o no el comerciante va a recibir la cantidad acordada. Además del servicio estamos cogiendo una franja horaria muy definida y abonándolo de antemano. Si luego dejas “tirado” a la tienda o negocio ellos van a cobrar igual.

(Pablo) Con 24 horas de antelación puedes cambiar esa reserva. Lo que no es justo es que le dejes tirado y ocupas esa franja que el comerciante podría destinar a otro cliente.

– Se ve mucho en el mundo tecnológico a emprendedores que vienen de empresariales o que cuentan con un perfil más técnico. El tuyo, Pablo, es el de alquien más creativo o artístico ¿Cómo diste el salto?

– (Pablo) La verdad es que siempre he ayudado a montar empresas como fundador o como parte de ellas y todas muy ligadas al ecommerce o a Internet. Llevo diez años lanzando empresas cuyo principal canal de venta es online. Ayudé a lanzar PepeCar en su día hace ya 9 años y después Pepephone, una de las primeras OMV españolas. Siempre me he encargado quizás más de esa parte que tiene que ver más con el diseño de producto y la comunicación que con el desarrollo tecnológico, eso sí. En algunos sitios me verás como ‘Director creativo’, pero así era como me llamaban mis compañeros, porque al final acabábamos haciendo todos un poco de todo.

– Tuviste gran peso en crear la imagen de Pepecar y Pepehone, muy reconocible ¿Hasta qué punto crees que el logo o la identidad visual corporativa de una start-up puede ayudar a que esta tenga éxito?

–  (Pablo) Es muy importante. No es fundamental. Existen casos de éxito en los que no había una imagen o no existía tal trabajo de marca, pero tenerlo siempre es un algo muy positivo que te puede ayudar a sumar muchos puntos.

(Diego) Al final la base es que el producto sea bueno. Cuando tienes un producto bueno todo lo que le complementes y le sumes es perfecto. Y una forma de afianzarlo en el mercado es que tenga buena imagen a través de logos.

(Pablo) El ejemplo más claro de que tener una identidad visual muy trabajada no siempre es necesario es Facebook. Facebook tiene el mejor producto, que son fotos de la tía que te gusta borracha o en bikini y en cambio la marca de Facebook como tal no transmite nada. Si lo comparas con Twitter, esta tiene un concepto mucho más sólido, más emocional.

– ¿Cómo fue pasar la criba de 500 proyectos en Wayra? ¿Cuál fue la sensación al ser escogidos entre las 11 start-ups?

– (Pablo) Pasamos mucho estrés y muchos nervios. La inscripción se hace por e-mail, rellenando un formulario. Se hace un proceso de selección, pero no sabes cuantos se presentan. Intuyes que entre 300 y 500 por otras ediciones. De ahí eligen a 50 que vienen a la academia a presentar sus proyectos a un mini-jurado de Wayra y Telefónica. Esos 50 se acaban quedando en 20, que ya pasan a lo que es el Wayra Week. Aquí hay un jurado que está compuesto por gente ajena al entorno de la incubadora: inversores, emprendedores, etc. Eso dura dos días y al final del segundo se eligen ya los ganadores. No tienes ni idea de si vas a salir elegido. En esos momentos piensas que hay proyectos mejores que el tuyo y equipos mucho más avanzados que el tuyo.

– ¿Cómo creéis que os puede ayudar Wayra? ¿Habéis notado algo ya solo por haber sido elegidos como parte de su segunda promoción española?

– (Pablo) Aunque todavía no hemos empezado el curso en la academia como tal tener ese sello de haber sido escogido para Wayra te abre muchas puertas. Creemos que estar aquí nos ayudará en flexibilidad, en networking, en comunicación, que tendremos a nuestro alcance a mentores que nos indicarán cómo establecer un precio, una relación con un partner, etc.

(Diego) A la hora de sacarlo a la calle, de venderlo, decir que Telefónica te apoya proporciona mucha más solvencia y respaldo. Ya no queda solo como una historia de unos chavales que están montando algo(DC).

–  Es muy pronto para preguntaros esto, pero una de las cosas que decía la primera generación de start-ups incubadas por Wayra era que tenían cierto miedo a volar solas tras la tutela de Wayra y las comodidades aportadas ¿Creéis que eso os podría pasar tras acabar en la academia?

–   (Pablo) En mi caso, en el de Diego y en el del resto del equipo hemos sido emprendedores casi todas nuestra vida. Llevo trabajando diez años y nómina creo que he tenido en solo dos trabajos. Hemos sido independientes mucho tiempo y no nos da miedo. Sin embargo, dejar un negocio que funcionaba como hice yo para estar unos meses sin cobrar nada para apostar por una idea siempre es un salto importante.

– ¿Habéis tenido ya alguna reunión con inversores? ¿Qué os piden?

–  (Pablo) Sí, desde hace tiempo. Nos piden demostrar que nuestro negocio puede escalarse. Lo que tenemos conseguir para crecer es negocios que usen nuestra agenda y luego que sus clientes les contraten a través de Internet. En un principio tenemos que demostrar que funciona aunque sea con pocos usuarios. De momento lo hemos probado con 75 negocios de todo tipo y los resultados están siendo muy bueno, pero queremos conseguir una buena base variada de clientes, antes de lanzar las apps.

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