El Departamento de Justicia de Estadfos Unidos y el FBI han conseguido desarticular la botnet Coreflood. Ambos organismos han confiscado cinco servidores de comando y control utilizados para controlar la botnet, compuesta por equipos infectados controlados de forma remota. También se han incautado 29 dominios como parte de la acción.
Tanto el FBI con el Departamento de Justicia aseguran que las acciones emprendidas forman parte de un esfuerzo conjunto por desarticular botnets internacionales y dar a los usuarios la capacidad para protegerse del malware capaz de crear estas redes.
Los analistas se han apresurado a asegurar que la caída de la botnet ha reducido el spam se manera significativa, aunque el cierre de Rustock, otra botnet, también ha tenido un gran impacto en los niveles de spam. Con 2,4 millones de máquinas bajo su control, Rustok era algo más grande que Coreflood.
Coreflood ha robado nombres de usuario, contraseñas y otros datos privados e información financiera que se ha utilizado para llevar a cabo actos delictivos, como el robo de fondos de cuentas comprometidas y la transferencia de los mismos a otros países.
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