Calcula las emisiones de CO2 con un llavero

Uno de los últimos proyectos en ganar el premio al ?Sustainability Design Award 2007? por el British Standard Institute (BSI) consiste en un calculador para móvil de las emisiones de CO2.

El responsable tras el proyecto es Andreas Zachariah, graduado en el Royal College of Art, Londres. El dispositivo, es capaz de ?sentir? en qué medio de transporte se mueve el usuario a partir de patrones de velocidad y movimiento. Gracias a ello, calcula el consumo de CO2 que se está realizando.

El dispositivo premiado, en forma de llavero, manda la información al móvil. El cálculo del impacto del carbono se traduce en las emisiones realizadas, pero más importante, en el número de créditos de carbono necesarios para equilibrar la balanza.

Los créditos de carbono son un estándar internacional implantado por el Protocolo de Kyoto para minimizar las emisiones de gas. Cada crédito tiene un valor económico, y cada país un número de créditos limitado. Si un país necesita emitir más gas del que le permite su cuota tiene la posibilidad de comprar créditos a otro países que no emitan tanto como les está permitido.

El sistema de créditos no funciona a nivel individual, en parte porque hasta ahora no había manera de medirlo. Por ahora, el invento de Zachariah no tiene repercusiones políticas, pero permitirá concienciar a las personas sobre su propio impacto en el ecosistema.

Con la preocupación social por el cambio climático y las emisiones de CO2 que lo producen en auge aumentan también las soluciones para combatirlo. El 30 de julio de este mismo año, el gobierno del Reino Unido lanzó una web en la que se encuentra un ranking detallado de las emisiones de CO de cada coche. El objetivo es que los usuarios tengan toda la información posible para que a la hora de comprar un coche tenga también en cuenta su impacto ecológico.

España es uno de los países europeos que más emisiones de CO2 produce. Para ajustarse al Protocolo de Kyoto haría falta rebajarlas hasta un 37 por ciento en 2012. La inversión en energía solar es mucho menor que en otros países como Alemania cuya situación climática es mucho menos privilegiada. Entre las causas los analistas apuntan a la falta de concienciación ecológica y la fuerte inversión inicial que se necesita.