La polémica con Huawei y ZTE en EE.UU continúa, pero la Casa Blanca podría apaciguar un poco los ánimos tras el informe emitido por el Congreso, donde se acusaba a ambas de pasar información a las autoridades chinas con sus equipos y representar un riesgo para la seguridad nacional.
Washington podría concluir que no hay pruebas que demuestren una relación entre Huawei (el segundo fabricante mundial de equipos de redes) y el gobierno mandarín, según han explicado dos personas familiarizadas con la materia a Reuters.
Los confidentes aseguran que la Casa Blanca habría encargado a las agencias de inteligencia y otros departamentos llevar a cabo una investigación en parte clasificada para comprobar si efectivamente las acusaciones contra los fabricantes chinos eran reales. Supuestamente, se habría profundizado en todos los informes que indicaban una actividad sospechosa y estos agentes del gobierno estadounidense habrían hablado con un millar de compradores de equipos de telecomunicaciones.
“Sabíamos que ciertas partes del gobierno querían realmente que encontráramos evidencias de un espionaje activo. Las habríamos encontrado sui estuvieran allí”, comenta una de las fuentes cercanas a las investigaciobes.
Las consideraciones de la Casa Blanca, no obstante, sí que apoyarían ciertas partes del informe del Congreso de EE.UU.
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